Liga bbva

Almería es de Primera (0-0)

  • Francisco y sus jugadores cumplen sacando el punto que necesitaban para la salvación. Tensión por un parón al descanso con resultados que perjudicaban en el resto de campos.

Enhorabuena, Francisco. Tú no has sido el que ha marcado goles ni ha salvado ocasiones, pero sí el que aguantó el temporal cuando pintaban bastos y siempre creyó en su trabajo cuando solo se atisbaban nubes negras. Enhorabuena porque supiste convivir con la crítica entendiendo que es parte de tu profesión y supiste burlar la tensión. 

El camino fue tortuoso y los escollos múltiples (presupuesto corto, plantel comprometido aunque justo de calidad y empresa complicada) pero el premio es mayúsculo: una ciudad, ni más ni menos que tu ciudad, rendida a tus pies.

Este circo es único porque los mismos que ayer te mantearon a buen seguro pidieron tu cabeza alguna vez a lo largo de la temporada, pero eres un hombre de fútbol y entendiste que solo gana el que resiste y cree en su trabajo y el de quienes lo rodean.

Con todo, tu mayor mérito fue despejar dudas y hacer que el vestuario te siguiera. No fue fácil siendo debutante en la categoría, por eso ahora la recompensa es mayor.

Pero viniendo del principio, vayamos al final, porque hubo que sufrir hasta el último minuto del último partido. Las opciones matemáticas que daban al Almería como el candidato con menos probabilidades al descenso (apenas un 1,78%) a punto estuvieron de saltar por los aires en el descanso del duelo frente al Athletic.

Los unionistas cumplían con su premisa aguantando el empate ante el conjunto vasco, pero el Granada ganaba en Valladolid, el Getafe en Vallecas y Osasuna en Pamplona, todos los resultados del resto de campos se volvían adversos y para colmo un incidente con una valla en El Sadar saldado con la friolera de 40 heridos provocó que se demorase el comienzo de la segunda mitad en todos los terrenos de juego.

Hubo tiempo para temer alianzas futbolísticas de vecindad y maletines interesados, pero por fortuna los rojiblancos dependían de sí mismos y bastaba con aguantar otros 45 minutos más.

No resultó sencillo y la lesión de Fran Vélez cuando apenas se había sacado de centro en el arranque del duelo ya auguraba malos presagios. En una imagen similar a la de Diego Costa en el Camp Nou, el bravo jugador del filial se echaba mano a la zona posterior de su muslo derecho y pedía el cambio por culpa de un pinchazo muscular.

Azeez ocupaba su lugar en la media y el partido proseguía. Se dedicó el Almería a tantear la predisposición del rival para ir o no a por el partido, lo que derivó en excesivo centrocampismo sin apenas llegadas con claridad al área bilbaína.

Apenas una chilena frustrada de Zongo en el contador local durante el primer acto, mientras que a partir del ecuador del mismo el Athletic sí mostró que no venía de paseo, por mucho que Valverde confiase en los menos habituales. Beñat llevó peligro a balón parado, primero con un córner que el canterano Guillermo Fernández cazó en el área para mandarlo a las nubes y luego con un intento de gol olímpico en el que el sol de cara casi juega una mala pasada a Esteban.

Aún hubo que anotar un disparo desviado de Mikel Rico desde fuera del área y un remate de Laporte tras otro córner de Beñat que salía rozando el palo, mientras Corona arengaba desde la banda a una hinchada excesivamente fría y a la expectativa.

El largo tiempo de descanso a la espera de que Osasuna y Betis acabaran su primer periodo tras el incidente dio lugar a todo tipo de cábalas, casi todas de temor por los caprichosos resultados que se daban en otros estadios.

Cuando Estrada Fernández dio el pitido inicial a la segunda mitad el Almería estaba a dos goles del descenso. En esos instantes bastaba que el Athletic se adelantara en el marcador y Osasuna le endosara el tercero al Betis (iban 2-0) para que los unionistas se vieran en el pozo.

Lejos de salir atenazados, los pupilos de Francisco fueron a por el partido. Herrerín abortó el 1-0 en un disparo de Aleix Vidal tras una incursión por banda a la que casi llega Óscar Díaz y justo después el árbitro no veía una clara mano en el área de Torsiglieri.

Aleix y Rodri se toparon luego hasta en tres ocasiones con Herrerín para haber sentenciado la permanencia antes de llegar a un final de infarto en el que la agitantada figura de Esteban emergía para evitar que Guillermo Fernández adelantase al Athletic con el tiempo cumplido.

Poco importaba ya porque el Betis había recortado distancias en Pamplona y con el empate final se produjo la invasión de una marea que manteó a Francisco. Era la imagen del triunfo, del trabajo bien hecho.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios