El recinto ferial ya es un no parar de vecinos y visitantes que desde el mediodía acuden a la zona para disfrutar de unos intensos días de feria. La Feria del mediodía quedaba oficialmente inaugurada ayer a la una de la tarde. El alcalde Francisco Góngora realizaba en la Caseta Municipal un brindis invitando a todos los presentes a disfrutar de los días que restan de fiestas y deseando "que tengáis una fiesta agradable y que podáis disfrutar de un rato distendido, aparcando por unos días las preocupaciones y los quehaceres".

A la voz de ¡Viva San Isidro!, el primer edil daba por inaugurada esta cita con el folclore, el buen ambiente, la alegría y la diversión. La Corporación Municipal en pleno también acudió a la cita. De hecho, concejales de los cinco grupos políticos que la componen estuvieron presentes en el acto inaugural, que los unió en un mismo recinto, aparcando por unas horas el debate político municipal. Una cita a la que acudía además el presidente de la Diputación provincial, Gabriel Amat.

Las primeras canciones ya suenan en las casetas y a pesar del intenso calor de estos días, los vecinos no se han hecho de rogar. Había muchas ganas de comenzar la alegría y conmemorar de la mejor manera posible al Santo patrón de todos los agricultores. Aunque este año las casetas que acoge el recinto presentan un número inferior al de ediciones anteriores, cuatro rocieras y cuatro de juventud para la Feria de la noche, el recinto rebosa diversión. De hecho, la jornada inaugural de la Feria del mediodía se convertía en un lento goteo que iba llenando las cuatro casetas de ambiente rociero y andaluz poco a poco.

Todo estaba perfectamente acondicionado para la ocasión y para agradecerlo, los vecinos pasaron horas bailando y disfrutando de los placeres del tapeo. Y es que los responsables de cocina supieron impresionar con su trabajo. Tapas que se elaboran en las cocinas de las propias casetas perfectamente acondicionadas. Por ello, al ambiente generalizado que se palpa entre los visitantes al recinto ferial, la satisfacción por la estética del mismo, no sólo por las guirnaldas que lo decoran, se suma la comodidad de acudir a unas casetas con aire acondicionado por lo que la temperatura ambiente es tan agradable como para que la estancia en ellas se prolongue todo el tiempo necesario.