Olvidadas ya las molestias físicas que lo mantuvieron unas jornadas al margen del grupo, Joaquín Arzura se ha reintegrado al grupo y ayer comparecía ante los medios para explicar su rol en el equipo y definirse como jugador: "He jugado de todas las maneras. Defensivo, con otro defensivo o solamente uno al lado y ordenando, estando especialmente atento a las vigilancias y esas segundas jugadas que son tan importantes en esta categoría. Soy posicional y temperamental".
Esas dos últimas características lo asemejan mucho a otro mediocentro argentino que vistió la rojiblanca, Hernán Bernardello, si bien Arzura se encarga de establecer las diferencias: "Conozco a Bernardello, está otra vez en Argentina. La diferencia es que él ya es un jugador muy consagrado que está de vuelta allí tras estar en Europa y yo recién llego para crecer".
Otro exrojiblanco fue fundamental a la hora de decantarse por recalar en el Almería tras regresar a River Plate una vez finalizada su préstamo el pasado curso en el Osasuna: "Pedí referencias a Pablo Piatti [casado con una almeriense], que me habló muy bien de Almería, como la mejor ciudad de España. Hablar con él me ayudó a tomar la decisión".
La dirección deportiva ha remodelado toda la sala de máquinas del equipo con la llegada del propio Arzura, así como de Aguza y De la Hoz. A expensas de otro refuerzo que apuntale la zona ancha, el bonaerense de Campana admite entenderse bien con sus socios de posición: "Hemos compartido los tres juntos solo un amistoso, haciendo yo más defensivo y ellos más sueltos. Me sentí muy cómodo porque se mueven mucho y te ayudan a encontrar línea de pase y jugar hacia adelante para que giren y busquen a los puntas".
Arzura, que asegura haberse encontrado un grupo "con mucha hambre y ganas, una mezcla linda entre juventud y experiencia", estará un año cedido y el club se reserva opción de compra.
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