El Ramón de Carranza no se atisba como el mejor feudo para poner fin a la mala racha de cuatro derrotas consecutivas que acumula la UD Almería. Y es que los hombres de Álvaro Cervera se han mostrado bastante solventes a lo largo de la competición jugando como locales. Son diecisiete partidos los disputados en la tacita de plata con 51 puntos en juego, de los cuales los amarillos apenas han cedido 17, resultantes de siete empates y una única derrota, producida frente al Osasuna (0-2) en la sexta jornada del campeonato. Desde entonces ya ha llovido porque data del pasado 24 de septiembre.

El dato esperanzador para arrancar algo positivo de un desplazamiento a priori difícil sobre el papel es que de las siete igualadas cedidas por los cadistas a sus adversarios de turno, tres se produjeron frente a rivales de la parete baja de la tabla que han peleado junto al Almería por la salvación. Son los casos del Alcorcón y el Lorca, que arrancaron sendas tablas sin goles, o de la Cultural Leonesa, cuyo duelo finalizó 2-2.

En el lado negatio de la balanza, entre sus nueve victorias locales también aparecen rivales de la liga de los rojiblancos como Nástic (2-0), Reus (1-0), Albacete (2-0), Barcelona B (3-1), Córdoba (2-0) o Sevilla Atlético (4-1), amén de que los indálicos cayeron por la mínima en la eliminatoria copera disputada el pasado 5 de septiembre.

En su mejor racha como locales los de Cervera sumaron media docena de triunfos consecutivos, siendo sus víctimas en ese tramo Reus, Valladolid, Albacete, Barcelona B, Granada y Córdoba, lo que da una idea de la dificultad de asaltar el Carranza el próximo viernes.

Tras ese choque a los de Lucas Alcaraz le restarán otras cuatro salidas, a cual de ellas más dificultosa. El sábado 21 de abril toca visita a La Romareda, donde esperará un Zaragoza en racha ascendente. El mes de mayo se inaugura con viaje a Tenerife para medirse a un resucitado cuadro chicharrero de la mano de Etxeberria. En la jornada 40 duelo a 'cara de perro' en Córdoba y para cerrar campaña visita al Lugo de Francisco, ¿ya salvados?