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Comida con pleno de mayores

  • El consistorio tabernense organizó, como viene siendo habitual cada año en fiestas, una comida para que los más veteranos del municipio se reúnan, casi en su totalidad, durante unas horas

Cada verano, los vecinos más mayores de Tabernas comparten un rato de buena comida y conversación con la llegada de las fiestas. El ayuntamiento de la localidad les premia en el Restaurante Las Eras, un negocio de restauración que hace las veces de centro de formación y gana adeptos cada año.

Algo más de 300 mayores acudieron al acto. La mayoría son viejos conocidos de Tabernas, pues han crecido juntos y se conocen, así que este tipo de reuniones les sirve para recordar viejos tiempos, pero también para compartir últimas experiencias.

Ana, vecina de la localidad, le encuentra sentido a este tipo de iniciativas: "Está muy bien que nos junten de vez en cuando. Quieras o no, nosotros hemos sido los que hemos levantado este pueblo años atrás y nos merecemos que también se acuerden de nosotros. Algunas venimos con nuestros maridos y otras solas, pero siempre encuentras amistades con las que sentarte y echar el rato".

Lo cierto es que todo está bastante bien organizado. Tabernas cuenta estos días con un tren que recorre las calles transportando a los pasajeros que lo deseen. Así que no había mejor forma de aprovecharlo que acercando a los asistentes a la comida desde el centro del pueblo hasta el restaurante, que se encuentra practicamente en las afueras. Algunos llegaron en sus coches, pero la mayoría lo hizo en este peculiar medio de transporte. Junto a ellos llegó la flamante alcaldesa, Mari Nieves Jaén, presente en la mayoría de actividades, y el resto del equipo de gobierno. Compuesto por Francisco López Magaña, Galo Heredia, Guadalupe Lapiedra, Carmen Martínez y Laura Alonso López, que compartieron mesa con las tres chicas elegidas reina y damas de honor y de las fiestas y, por supuesto, el rey.

El personal ya estuvo entretenido con la comida, pero para que mientras tanto, y también tras ella, el ambiente fuera más ameno, el músico Rafael Albarracín se puso al teclado y compartió con los allí presentes canciones de toda la vida y otras más modernas. Alguno incluso se arrancó y cogió el micro para dar el do de pecho. Una vez terminado el acto, sobre las cinco de la tarde, los vecinos volvieron al municipio en el tren. Otros lo hicieron antes, pues durante la tarde se programaron juegos de subastao y de dominó.

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