Si son del Almería, tienen ganas de sufrir y tienen el corazón en perfecto estado, vean el partido. Si no cumplen alguna de estas tres premisas, mejor váyanse al Paseo Marítimo durante un par de horas y recen, que es lo único que se puede hacer en estos momentos. Aunque sea de oportunistas, más vale acordarse de Santa Bárbara cuando llueve que no acordarse ni en esos momentos.

Y es que la tarde se las trae. Otra más. Cada vez que llega junio, los aficionados rojiblancos tienen la angustia en la boca. La culpa de es de un club que cada vez hace las cosas peor, entre ellas, formar plantillas flojas a más no poder. ¿Cómo será la cosa que Fran Fernández se ha llevado hasta a cuatro jugadores del filial y ha dejado a varios del primer equipo fuera de la convocatoria? Ojo, de decisión técnica nada de nada, ya avisó en la rueda de prensa que hay varios futbolistas que no estaban al cien por cien involucrados y cuando te juegas el todo por el todo, sólo puedes hacerlo con gente en la que confías.

Con su gente, entre los que también se incluyen los más de 300 aficionados almerienses que estarán esta tarde en las gradas del Anxo Carro y los cientos que lo seguirán desde su casa o desde el bar habitual, el míster canterano tiene que obrar un milagro. Superar este match ball sería increíble, algo que no merece el club, pero que lo consigue de forma muy merecida un almeriense que deja claro que el renacer de la UDA es ponerse nuevamente en manos de gente con ilusión y ganas.

Para ello, toca ganar en Lugo, donde entrena Francisco, otro almeriense que fue tratado sin cortesía alguna en su cese cuando a Alfonso García se le cruzaron los claves. El exrojiblanco no tiene ganas de revancha porque quiere al club y tiene muchísimos amigos a los que une ese sentimiento rojiblanco. Sin embargo, también tiene su orgullo, como es normal. Por eso, habrá que hacer un partido digno si se quiere superar a un rival que, no olvidemos, lleva varias semanas de vacaciones.

Si la cosa marcha medianamente bien, será el momento de mirar otros campos. Los que más difícil lo tiene son Córdoba y Cultural, ambos ante equipos que luchan por posicionarse en los puestos de promoción de ascenso. No es descabellado pensar que pueden empatar o perder. Se confía mucho también en el Tenerife que, pese a no jugarse nada, lleva varios buenos resultados en las últimas jornadas y recibe al Albacete. De la misma manera, aunque éste es un brindis al sol, el Rayo Vallecano quiere ganar en Tarragona para quedar campeón de Segunda. De ganar, algún resultado favorable se debe de dar. Tan increíble sería la salvación como que el Almería sumara de tres en Lugo y se fuera a Segunda B.