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Crecer a golpe de innovación

  • Además de fresco, una parte de la producción ha de buscar valor añadido

El reto no puede perdurar más en la vieja costumbre de producir más para ganar más. Almería debe continuar comercializando sus frutas y hortalizas en fresco y no perder así su esencia de 'huerta de Europa', pero ha de apretar las clavijas en materia de transformación de los productos para insuflarles ese necesario valor añadido, pues en este proceso es donde se encuentra el mayor margen de rentabilidad.

De ahí que este paso se considere una necesidad para garantizar la supervivencia del sector agrícola. Una industria que cultiva casi 30.000 hectáreas de cultivos bajo plástico, y que se dedica exclusivamente a comercializar pimiento, tomate, berenjena, calabacín, pepino, melón y sandía, ha de 'mover ficha' sí o sí, pues cada rincón del mundo, gracias a las nuevas tecnologías existentes, es capaz de desarrrollar estos productos, con mejor o peor fortuna en calidad o sabor, pero es posible.

Sin embargo, posicionarse en los mercados internacionales con un buen producto que aumenta el valor añadido del fresco es fundamental para garantizar unos mejores márgenes al productor en origen, que lleva años asfixiado con el continuo incremento de los costes de producción, además de que ha visto cómo se ha ido apretando cada vez más el grifo de la financiación para poner en marcha las últimas campañas, renovar el plástico, comprar semilla, fauna auxiliar y polinizadores, entre otros insumos.

A pesar de ello, el gasto de producir una hectárea de invernadero ha caído un 22% desde el año 2008, según los últimos datos de la Fundación Cajamar. La mano de obra es la partida que absorbe el mayor volumen de gasto, con el 40% del total cada año, habiéndose incrementado un 3,8% en los últimos tres años.

Para hacer frente a esta situación estructural, Almería debe dar ese necesario salto cualitativo para que todas las comercializadoras dediquen una parte de sus ventas a productos por los que el consumidor está dispuesto a pagar más: no es algo nuevo, se trata de alimentos funcionales, cocinados, precocinados, troceados, listos para su consumo.

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