CICLISMO | SOLIDARIDAD

  • Tomás Zurano regresa a Almería tras recorrer más de 3.200 kilómetros en bicicleta sobre suelo español, francés y portugués para concienciar sobre la ataxia de Freidreich

Dar visibilidad a una enfermedad rara, reto logrado a golpe de pedal

Tomás Zurano en su reencuentro con Patricia hace unos días, a la llegada del ciclista a Huércal de Almería. Tomás Zurano en su reencuentro con Patricia hace unos días, a la llegada del ciclista a Huércal de Almería.

Tomás Zurano en su reencuentro con Patricia hace unos días, a la llegada del ciclista a Huércal de Almería.

Escrito por

Francisco G. Luque

El pasado 31 de junio, Tomás Zurano Barreiro se sentó de copiloto en el camión de un transportista de Níjar que se dirigía a Perpiñán (Francia), al que pidió el favor de dejarle, a él y a su bicicleta, en el municipio catalán de Figueras. Allí, a golpe de pedal, comenzó una aventura en solitario pero con la mente puesta en hacer un bien a muchos, a todas aquellas personas que padecen ataxia de Freidreich, una enfermedad genética para la que no existe cura ni tratamientos. De hecho, no hay número oficial de afectados en España, pero algunas informaciones indican que que afecta posiblemente a una de cada 50.000 personas en este país.

"El reto se ha logrado, que era dar visibilidad a la enfermedad, sobre todo por redes sociales. A nivel personal nunca había hecho un viaje así y ha sido una experiencia de vida"

"Recaudar fondos es muy complicado, pero se ha logrado el reto de dar mucha visibilidad, sobre todo por redes sociales. A nivel personal nunca había hecho un viaje de este tipo, de autosuficiencia, de ir solo y buscarte la vida por ahí. Ha sido una gran experiencia y he vivido muchas sensaciones a lo largo de este reto, tanto buenas como malas, porque es importante que se sepa que no siempre todo es un camino de rosas", comentaba a este diario Tomás pocas horas después de regresar a la provincia de Almería tras más de 3.200 kilómetros en sus piernas, con solamente dos días de descanso para culminar un total de 26 etapas que le han hecho pedalear sobre suelo español, francés y portugués.

En territorio francés. En territorio francés.

En territorio francés.

Hijo de emigrantes españoles, este comercial de agencia de transportes y exmatador de toros nació en Alemania hace 45 años. Se trasladó a tierras almerienses, más concretamente a Zurgena, donde se despidió de los ruedos tras haber tomado la alternativa en 2006 en Huércal-Overa. Sus manos pasaron del capote al manillar de una bicicleta que ha convertido, con la ayuda de Cuquiline Team y Costa Racing Team, sus equipos, en toda una herramienta solidaria, como bien saben en ASTEA Autismo Almería y sobre todo en la Asociación de Esclerosis Múltiple de Almería (AEMA), en la que está Patricia, joven por la que comenzó este denominado Reto por la Ataxia de Freidreich.

"Durante el reto tuve más momentos malos mentales que físicos, pero no me podía rendir, me motivaba Patricia y pensaba en mis niños, eran mi gasolina”

"Llevaba cerca de cuarenta kilos en las alforjas de la bicicleta y en Los Pirineos tuve que soltar lastre. Era muy duro. Vas acumulando kilómetros y tienes días difíciles, pero todo se supera con la cabeza. De hecho tuve más momentos malos mentales que físicos, pero no me podía rendir, me motivaba por Patricia, pensaba en mis niños, a los que siempre les inculco el deporte, ellos eran mi gasolina en esos instantes", comenta Zurano recordando su viaje solidario sobre una bicicleta que le ha hecho recorrer numerosos puntos de la Península Ibérica, donde ha recibido el apoyo de muchas personas en cada parada. "Soy extrovertido, le hablaba a la gente sobre la enfermedad y pude darle visibilidad, aunque también debo decir que encontré con varias personas que me negaron el pan y el agua", confiesa.

En Sevilla, donde tuvo un día de descanso. En Sevilla, donde tuvo un día de descanso.

En Sevilla, donde tuvo un día de descanso.

Tras casi un mes fuera de su hogar y lejos de su gente, por una buena causa, admite que "son muchos momentos los que he vivido a lo largo de este reto, es difícil elegir uno, tuve hasta reencuentros con personas que no veía desde hacía quince años, pero lo que más me llenó fue llegar y ver a Patricia con una sonrisa que nunca antes le había visto. Estaba muy contenta". El recibimiento que tuvo en Huércal de Almería este miércoles, después de recorrer los 58 kilómetros de la última etapa que partió desde Balerma, fue inolvidable. Emociones a flor de piel para darle una calurosa bienvenida. No merecía menos después de hacer miles de kilómetros con la solidaridad por bandera, empatizando con todas esas personas que padecen enfermedades que parecen no verse pero que sin duda alguna se sienten.

A su llegada a Huércal de Almería esta semana. A su llegada a Huércal de Almería esta semana.

A su llegada a Huércal de Almería esta semana. / (Almería)

"Aunque en este caso se centraba en la ataxia de Freidreich, el autismo me tocó de cerca y siempre he estado muy concienciado sobre estas enfermedades, hablé de ellas en este viaje. Desde Cuquiline y Costa Racing hemos participados en otros retos de esclerosis, asperger... Ya tenemos en mente el año que viene ir desde el Faro de Cabo de Gata hasta la Playa de La Concha (San Sebastián) en tres días. Y es muy importante que se sepa que aunque seamos los ciclistas los que salimos en las fotos, detrás hay un montón de personas que están ahí para que estemos bien, que nos apoyan en todo momento, la familia, amigos, compañeros, las asociaciones...", finaliza Tomás.

Posando con varios maillots. Posando con varios maillots.

Posando con varios maillots.

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