Aunque no lo consideran como su casa, de ahí que la entidad esté luchando por tener unas instalaciones propias, lo cierto es que el Estadio de la Juventud Emilio Campra está siendo todo un fortín para el Poli Almería, sobre todo cuando recibe a rivales considerados gallitos. Bien es cierto que, más que el campo en sí, toma mucho valor el calor que aporta una afición considerablemente numerosa que podría hacer que su equipo se sintiera cómodo en cualquier lugar. El aliento de los fieles también es, sin duda alguna, una de las claves más importantes del éxito del histórico club rojiblanco en las últimas campañas. Los seguidores rojiblancos fueron testigos de un empate más que meritorio del Poli ante el CD El Palo (0-0), unos de los claros aspirantes al ascenso de categoría.

Y es que los de Jorge Garcés han recibido ya en su feudo a tres de los cuatro actuales primeros clasificados, cayendo derrotados solamente en una ocasión. El pasado domingo, aunque también hubo opción de dejar los tres puntos en el Emilio Campra, se firmaron tablas sin goles con el cuadro malagueño, que es tercero, se ganó por 2-0 a un Linares Deportivo que ocupa la segunda plaza y se cayó ante el cuarto, el Antequera, por un contundente 1-4. Unos números que, teniendo en cuenta que los ha hecho un recién ascendido ante rivales de play off, se pueden dar por buenos. Ya el próximo mes de marzo, los almerienses tendrán que recibir al Real Jaén, que es ahora mismo el líder del Grupo IX y ante el que perdieron 2-0 en la primera vuelta en La Victoria. El Estadio de la Juventud seguro que volverá a ser un fortín.