Desde el pasado domingo la afición del Almería conoce un poco mejor a Guilherme Oliveira Santos (Jequié, Brasil, 5-2-1988) después de que figurara contra todo pronóstico en el once titular que alineó Gonzalo Arconada para el partido ante el Real Mallorca. El lateral zurdo brasileño cuajó una gran actuación hasta el punto de ser ovacionado por la grada.

A su paso ayer por la tertulia de Onda Cero el fubolista dejó constancia de su felicidad por cómo le habían salido las cosas: "Estoy contento por el trabajo que estoy haciendo. Se lo agradezco a Dios y al míster pro la oportunidad que me ha dado y espero seguir haciéndolo bien".

Al otro lado del océano sus progenitores procuran seguir de cerca la carrera de su vástago: "Mi padre y mi madre llegaron al punto de llorar, para ellos fue una cosa emocionante ver a su hijo jugar en la Primera División española. Yo estoy contento por la confianza que la afición nos está dando a Michel y a mí, saben que aún somos jóvenes".

De sus pocas apariciones ligueras guarda el recuerdo de haberle tocado en suerte marcar a Messi en el Camp Nou: "Lo que intento es aprender y ante el Barça cogí cosas buenas para el futuro. Tapar a Messi es muy complicado, pero poco a poco y con trabajo todo irá mejorando".

Una vez adaptado al país, circunstancia que admite le resultó difícil por el idioma, su meta es lograr regularidad, aunque sabe que repetir en Pamplona será complicado: "Vamos con la idea de respetar al Osasuna, pero con ganas de sacar los tres puntos".