"En un Iliturgi-Macael me echaron un litro de Coca-Cola por la espalda"

Nacido en Almería capital por cuestiones de intendencia (no había matrona en Sorbas que se atreviese con los 6'5 kilogramos que pesó), pero chorreón de pura cepa, quienes creen en la numerología dirían de Joaquín Amérigo Segura (13-10-1963) que como buen 6 es una persona íntegra y tradicionalista, de esas a las que no les gusta dar la nota ni ponerse en evidencia. De ellos se asegura que son parlanchines y comunicativos y tal vez de ahí venga su vena periodística, aunque él lo achaque a que fue un futbolista frustrado. Es la cara y la voz de los deportes en Canal Sur Almería desde hace 24 años, con un pequeño paréntesis que le sirvió para conocer la provincia de Cádiz. En esta entrevista rememora cómo hace casi un cuarto de siglo arrancaba la cadena pública y en qué medida ha cambiado la profesión.

-¿Cómo se produce su desembarco en Canal Sur?

-Mi ilusión era ser futbolista, pero como no servía y no podía pasar de Regional, categoría en la que estaba mi pueblo, mi ilusión siempre fue el periodismo deportivo. En su día empecé a colaborar en Antena 3. Conocía a la familia Del Pino y tanto Juan como Eduardo, así como su hermano Miguel, estaban colaborando en deportes, por lo que la primera vez que me pongo delante de un micrófono es en A3 Radio. Termina esa temporada y las condiciones que me ofrecieron no me interesaban, por lo que me fui a Radio Almería. Juanjo Moreno [actual responsable de prensa de la UDA] me dijo que buscaban un colaborador y comencé a trabajar con Paco Cruz, el hermano de Pototo. Ahí conocí a Diego García, que era el jefe de deportes de La Crónica, quien me contrató para el periódico y estuve un tiempo alternándolo con Radio Almería entre mañanas y tardes. Tras tres años en La Crónica pasé a La Voz de Almería, donde estuve seis meses, y Radio Cadena, con José Miguel Fernández. El 15 de mayo de 1989, siete días después de que falleciera mi padre, llegó la opción de hacer una prueba en Canal Sur y me contrató Manuel Arroyo, primer director.

-¿Los comienzos fueron difíciles como suele decirse?

-Al contrario, superilusionantes porque el nacimiento de un medio lleva consigo una ilusión desbordante de toda la gente. Con el paso del tiempo las cosas cambian, pero al principio es todo ilusión y alegría. Éramos una familia porque íbamos juntos de un lado para otro. Ángel Acién y yo estábamos entonces en deportes. En aquella época desgraciadamente en Almería no pasábamos de tres equipos en Tercera: Mármol Macael, Poli Ejido y Poli Almería. Empezaba a nacer el Almería CF y a gestarse el hoy Unicaja, en aquella época era Estudiantes Seur, que luego esponsorizaría Cajalmería y también tuvo sección de balonmano. Eran partidos en el Chamorro Martínez de Martos, el municipal de Guadix, el campo del Fuengirola...

-¿Cuándo llega La Jugada?

-En un principio el programa se llamaba Almería en Juego, posteriormente cambia la dinámica y se busca una nueva fórmula deportiva en la radio apostándose por La Jugada. En aquella época era mucha información deportiva local los fines de semana y espacios cortos durante la semana. Luego se hace al contrario. El primer director de deportes de la radio era Guillermo Sánchez y Joaquín Durán lo era de la RTVA.

-Entonces se produce su traslado a Cádiz...

-En 1992 me tengo que ir a trabajar a Algeciras en informativos. Estuve en Algeciras, Jerez, Cádiz y Granada tres años y medio. Fue una etapa muy bonita porque conocí una comarca y una provincia que en aquella época no había pisado y que para mí es la más bonita de toda Andalucía con los contrastes lógicos de las disparidades que existen entre el campo de Gibraltar con la zona del marco de Jerez o la bahía de Cádiz, son tres provincias en una pero muy completas. Y una gente encantadora que me abrió las puertas en todo momento. Se apostó por un único redactor de deportes, siguió Ángel y yo me fui. En el 96 se va a Sevilla y regreso.

-Coincidiendo con su vuelta empieza a mejorar el nivel deportivo en Almería...

-El Almería había ascendido a Segunda y la cosa cambia. Empieza a verse una situación mucho más favorable y Unicaja ya ganaba títulos. Luego llega el ascenso del Poli Ejido a Segunda y quedan esos tres polos de atención. Recuerdo la final four de la Liga de Campeones en Novi Sad, fue impresionante. Unicaja le ganó en semifinales a Zagreb, un equipo croata, y se jugaba en terreno serbio en pleno conflicto de los Balcanes. Aluciné, lo que más grabado se me ha quedado fueron los ascensos del Almería y esa final four porque todo el pabellón serbio apoyaba a Unicaja porque se enfrentaba a un equipo croata. Te das cuenta de la dimensión de una guerra civil dentro de un país. La final se perdió con el Casa Módena italiano.

-¿Qué anécdota tiene grabada de recorrer tantos campos?

-Recuerdo en Andújar en un partido Iliturgi-Mármol Macael que marcó Quico Aranda, ganó 0-1 el Macael, y yo canté el gol con toda la alegría del mundo. Empecé a notar un frescor en mi cuerpo y al mirar hacia atrás un tío me estaba echando un litro de Coca-Cola porque estaba en plena grada al no haber cabinas. En Guadix estaba en una zona con valla protectora y publicidad. Había un cura con sotana y cuando canto un gol del Macael y empiezo a retransmitir noto que el cura hace una señal incitando a la gente a que le pegara a la valla para que de esa forma no se me oyera. Es de las pocas veces que me he quedado afónico en un campo. Era luchar contra el ruido y contra la iglesia (risas)...

-¿Cómo ve el futuro de los medios de comunicación públicos?

-25 años de televisión y 24 de radio han servido para una identificación plena de lo que es un medio público en Andalucía. La gente se ha dado cuenta de que Canal Sur aporta cosas cercanas que desgraciadamente no se plasman en las empresas privadas. Recuerdo que hace unos años hubo una partida de leche en mal estado de Pryca que solo dio Canal Sur por los intereses publicitarios del resto de medios. Veo que esa identificación con Almería y Andalucía sigue latente y cada vez es más fuerte. También se han ido perdiendo todos los tópicos de Canal Sur Sevilla...

-¿En qué medida le han influido sus distintos directores?

-Manuel Arroyo me enseñó a hacer una escaleta y preparar un programa, así como trabajar en equipo e identificar la radio con la cercanía a la gente. Con Manolo del Saz la experiencia no fue muy buena. Después llegaría Antonio Torres, que es el actual director. Como delegados de televisión tuve a Beatriz Senosiain y a Torres. En el campo de Gibraltar a Manolo Gordo, del que prefiero callarme porque hizo daño a mucha gente, Juan Rebollo, y en Granada estaba Tito Ortiz. Me quedo con la sabiduría de Arroyo y la humanidad de Torres. Hubo tres personas sin las cuales quizá no hubiera llegado a Canal Sur. Fueron Antonio Quirós, director de Radio Almería (DEP), Manolo Gutiérrez Navas, que dirigía Radio Cadena, y luego Paco Pérez, subdirector de La Voz.