Es un secreto a voces que la UD Almería busca portero. En realidad tiene la demarcación muy buen cubierta, no en vano amplió recientemente el contrato de Fernando (meta titular el curso pasado con un gran rendimiento) hasta 2022 y René Román tiene firmado hasta junio de 2021. Es también obvio que el club le busca salida al gaditano, a quien la nueva propiedad no le perdona la 'afrenta' que supuso defender como capitán la gestión del vestuario que había hecho el luso Pedro Emanuel tras anunciarse su destitución en lugar de loar la llegada de José María Gutiérrez.

Como quiera que la dirección deportiva, en un movimiento cuando menos discutible, cedió al serbio Dragan Rosic al Fuenlabrada, el club sondea el mercado para incrementar la competencia bajo palos. Inmersos en esa búsqueda ha salido a la palestra el argentino Chichizola (acaba vínculo con el Getafe) e incluso el de un georgiano de nombre impronunciable. Las miras parecen apuntar ahora a Diego Mariño, dueño del arco del Sporting en las últimas campañas y uno de los porteros más cotizados de Segunda.

El problema es que aunque el conjunto gijonés está dispuesto a negociar su venta, tiene una cláusula de 7 millones de euros. La prensa asturiana apunta en las últimas horas que el Almería podría haber presentado una oferta (extremo no confirmado) de 4'5 millones de euros para hacerse con el futbolista de 30 años de edad, la plena madurez para un portero. El Celta de Vigo, por lo visto, también estaría interesado en su contratación.

Llegados a este punto y pese a contar con dinero contante y sonante tras la venta de Darwin Núñez al Benfica por 24 millones de euros, que dejó alrededor de 15 millones de euros limpios en las arcas indálicas restando lo que el uruguayo costó en su día, las comisiones y el porcentaje que se llevó Peñarol de la operación, habría que pensar si al Almería le conviene gastarse casi 5 millones en un portero.

A este respecto cabe destacar que Fernando ya demostró ser una garantía bajo palos el curso pasado, con la mala fortuna de no poder disputar el play-off de ascenso al contagiarse de coronavirus. Otro detalle importante es que en Primera División hay grandes porteros que ocupan el tercer escalafón en sus respectivos clubes y podrían salir cedidos con opción a compra a cambio de hacerse cargo de su ficha en una operación mucho más económica para los intereses rojiblancos. La mala experiencia con Sivera, prestado por el Alavés, no debería nublar el juicio de la dirección deportiva.

Por último, y no menos importante, cabe recordar que a día de hoy el primer equipo está sin delanteros tras las marchas de Darwin, Juan Muñoz y Barbero y lo que más cuesta fichar es gol, por lo que lo ingresado por Darwin convendría destinarlo precisamente a esa faceta y a reforzar la sala de máquinas. Tampoco está de más recordar que El Assy, Gonçalves, Drudi y compañía necesitan firmar al menos una decena de jugadores antes del 5 de octubre para completar el plantel y abonar casi 5 millones por un guardameta, independientemente de su contrastada valía, no parecería el mejor comienzo.