Rugby

Juanma, el 'superabuelo' de URA

El veterano Juanma, con un cartel que representa la fuerza y la fe de los jugadores cruzados.

El veterano Juanma, con un cartel que representa la fuerza y la fe de los jugadores cruzados. / Rafael González

Vaya por delante todo el respeto y la admiración que hay que tenerle a un deportista que a sus 45 años, pone su cuerpo a disposición de su equipo. La palabra abuelo, como la de maestro, son de las más bonitas que se pueden pronunciar en la vida. Y si ya se le pone el prefijo ‘súper’, la jugada se salda con siete puntos, un ensayo en toda regla.

Pues les presento a Juanma, el súperabuelo de URA. 45 años a sus espaldas y no hay tirón que le impida empujar como el que más en cada melé, no hay flato que le aparezca cada vez que tiene que percutir en las defensas rivales, no hay cana que le brille con más luz que el orgullo que destilan sus ojos cuando se pone la camiseta de su equipo y se dispone a salir su media hora de rigor en las segundas partes, cuando URA necesita de la fe, las ganas y la mordiente que este pilar izquierdo le pone al rugby.

Pensarlo, lo ha pensado en dejar, pero su cabeza escucha a su corazón y en cada pretemporada es el primero en aparecer por la puerta del Juan Rojas. La adrenalina de la competición mantiene como una flor el espíritu guerrero de este jugador cruzado, cuyo trabajo como repartidor de mensajería encima le aporta una dosis extra de cansancio diario. Pero a Juanma, lejos de provocarle achaques, cada temporada que pasa le aporta vitalidad. “El domingo pasado al acabar el partido escuché a unos chicos que estaban diciendo que sentían envidia de ver cómo yo seguía jugando”, dice Juanma a través del manos libres mientras se dirige a entrenar, una vez finalizada su jornada laboral en El Parador.

Secreto no hay, son las ganas de disfrutar, el amor al deporte por más piedras que haya en el camino. “Antes de la pandemia iba todos los días al gimnasio a trabajar. Ahora me está resultando imposible por las limitaciones horarias, pero ahí sigo. El rugby es mi pasión, mi vicio. Hay un grupo fabuloso que me anima a seguir cada día”, y un gran entrenador que cuida al superabuelo Juanma como a un hijo: “El míster me pregunta en cada partido que cómo estoy, que qué cuánto voy a a aguantar a tope. Yo trato de darlo todo en media hora y luego pido el cambio”.

Juanma, con el oval en las manos, realiza un avance percutiendo sobre la defensa en un partido. Juanma, con el oval en las manos, realiza un avance percutiendo sobre la defensa en un partido.

Juanma, con el oval en las manos, realiza un avance percutiendo sobre la defensa en un partido.

Media hora de Juanma y ochenta minutos en total cada fin de semana de quince cruzados almerienses que ríase usted de los Caballeros Templarios del siglo XV. URA se ha ganado por derecho propio en las últimas temporadas el respeto de todo el rugby español y en ésta va a intentar el asalto al Santo Grial: el ascenso a División de Honor.

Juanma, de rodillas en posición más o menos centrada, con la expedición de URA en la última victoria en Cáceres. Juanma, de rodillas en posición más o menos centrada, con la expedición de URA en la última victoria en Cáceres.

Juanma, de rodillas en posición más o menos centrada, con la expedición de URA en la última victoria en Cáceres.

“Creo mucho en este grupo, es para estar orgullosos de la temporada que estamos haciendo. No era el objetivo estar en la parte alta y el pasado domingo nos ganamos la posibilidad de pelear por el ascenso [si ganan los tres próximos partidos con bonus en ataque, tendrán el factor cancha a su favor]. Ojalá demos la sorpresa, sería el broche de oro a mi carrera”, y el sueño de un club joven y ejemplar, URA.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios