Diego Mariño (Vigo, 32 años) se ha convertido en el segundo refuerzo de la UD Almería en el presente mercado invernal tras la anterior llegada de Luis Suárez en calidad de cedido desde el Olympique de Marsella con opción de compra si se logra la salvación. En este caso el exguardameta del Sporting de Gijón lo hace vía traspaso en diferido, ya que el club asturiano y el andaluz han pactado el abono de alrededor de 80.000 euros por sus servicios (tenía contrato en El Molinón hasta junio del presente curso) si la UDA certifica la permanencia.

El dato lo avanzaba el diario La Nueva España, que ha ido desgranando las negociaciones en las últimas horas, indicando que firma un contrato hasta 2024 (una temporada y media) con la posibilidad de otra temporada más opcional (hasta 2025) en función del rendimiento deportivo que ofrezca en este tiempo. Por lo visto la insistencia de Rubi, que ya lo tuvo a sus órdenes cuando dirigió al Sporting, y de Diego Tuero, preparador de porteros indálico, ha sido decisiva a la hora de que Mariño se decantase.

El rol que a priori le espera en el 'Power Horse' será estar a la sombra de Fernando Martínez, que ostenta la titularidad, a la espera de poder tener minutos en caso de lesión o sanción del murciano, sin olvidar la opción de ganarse el puesto en el día a día de los entrenamientos, circunstancia que se le hizo cuesta arriba a Fernando Pacheco, solicitando el extremeño su salida del equipo en la presente ventana invernal de fichajes.

Como quiera que las 25 fichas profesionales están cubiertas, y a la espera de que ambas entidades oficialicen la contratación, ahora está por ver de qué jugador se desprenderá el Almería. Lo lógico es que se le encuentre acomodo vía cesión o traspaso a Pacheco por su considerable nómina, algo que aliviaría sustancialmente la masa salarial, pero no se descarta que finalmente pueda acabar saliendo otro jugador como Sousa, Portillo o cualquier sorpresa inesperada.