Son jóvenes, habilidosos, goleadores y tienen magia en sus botas: Lionel Messi y Neymar formarán a partir de la próxima temporada una de las delanteras más potentes del fútbol internacional.

Si algo es seguro después del traspaso en la madrugada de ayer de la perla del fútbol brasileño al Barcelona es que al equipo blaugrana no le faltará pólvora en el ataque. Messi y Neymar son dos devoradores de récords y de goles.

Sin embargo, el fichaje también despierta ciertas dudas por la relación que habrá entre dos jugadores acostumbrados a ser la estrella en sus equipos.

Cuatro veces Balón de Oro, Messi es el símbolo del Barcelona y de la selección argentina. Neymar es la gran esperanza del otro gigante sudamericano, Brasil, que organiza el Mundial 2014 con todas las fichas puestas en la cesta de un joven de 21 años con cresta.

"¿Se entenderán bien Messi y Neymar?": Muchos diarios españoles se preguntaron ayer cómo va a funcionar la asociación entre dos de los mejores jugadores del mundo, pero también dos de los más individualistas. "Están acostumbrados a imponer su jerarquía en el equipo", analizó el diario As.

Hay voces que no celebran la llegada del delantero del Santos al equipo blaugrana. Entre ellos, Johan Cruyff, una institución del barcelonismo.

"Yo no pondría dos jefes en un barco... hay que aprender del pasado", dijo hace unos días el holandés. "Siempre hay que aprender del pasado. Si estudias bien el pasado, ya sabes si está bien o mal hecho. ¿Qué necesidad hay?". Quizá Cruyff tenga razón y dos jefes en el mismo barco no es la mejor apuesta de futuro, pero el presente es que el Barcelona jugará la próxima temporada con el considerado mejor jugador del mundo y con el máximo aspirante a sucederle.

Dentro del campo son casi almas gemelas: rápidos, regateadores y explosivos. Pero fuera del césped son muy diferentes.

Messi, de 25 años, es tímido e intenta mantenerse alejado de los focos, mientras que el ex jugador del Santos tiene la samba brasileña corriendo por sus venas. El joven futbolista nacido en Sao Paulo se graba bailando en el vestuario, se peina con llamativas crestas y siempre está sonriendo.

Y todo parece indicar que su sonrisa no lo abandonará en el Barcelona: a su velocidad y sus filigranas se unirán ahora los precisos pases de Iniesta, Xavi o Sergio Busquets. "No puedo esperar al lunes. Mi familia y mis amigos ya conocen mi decisión. El lunes voy a firmar por el Barcelona", expresó el futbolista, que jugará cinco temporadas en el club presidido por Sandro Rossel, que no descansó hasta formalizar el fichaje.

El Barça volverá a vibrar con la samba: Romario, Ronaldinho y Neymar. Pero hay una diferencia: Neymar compartirá vestuario y delantera con el mejor Messi, camino de ser el mejor jugador de la historia. Una pareja explosiva con mucho presente y futuro.