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Piatti y Crusat, una salvación

  • Matemática El Almería vivirá una última jornada de relax con la visita del Sevilla al no jugarse nada Empate Marc Bertrán adelantó a los tinerfeños, Piatti restableció la igualada, Crusat hizo el 1-2 y el veratense Nino puso el 2-2 en la prolongación

Al Almería le bastaba con un empate en feudo chicharrero para evitar angustias de última hora y lo logró encomendándose a sus dos puñales, Crusat y Piatti, que junto a un inspirado Corona trajeron por el camino de la amargura al engranaje defensivo de Oltra.

El Tenerife necesitaba el triunfo para seguir siendo de oro y lo buscó desde el principio con una salida arrolladora en la que Diego Alves tuvo que salvar los muebles ante un cabezazo a bocajarro de Román tras un córner ensayado en el primer minuto de juego y un eslalom de Nino cuyo disparo murió en las manos del brasileño.

Las acometidas locales eran continuas y el tanto no tardó en llegar. El lateral diestro Marc Bertrán (pretendido en su día por los rojiblancos) se incorporó al ataque y tras marear a Crusat en el vértice del área grande se sacó de la chistera un zurdazo que sorprendió a Alves al colocar el esférico lejos de su alcance.

El Heliodoro Rodríguez se vino abajao pero apenas se había disputado un cuarto de hora de juego y la reacción rojiblanca llegó en la siguiente jugada. Corona, futbolista clarividente donde los haya, sacó el cartabón para dibujar un pase milimétrico a Piatti, que controló con el pecho y fusiló a Aragoneses con su siniestra.

La igualada aplacó el ardor tinerfeñista para verse desbordados por la libertad de movimientos que Lillo concedió a Corona, Crusat y Piatti. En esa fase del encuentro la UD pudo adelantarse, pero Soriano no supo definir una contra bien conducida por Piatti y Aragoneses atajó un remate de Corona a pase de M'bami.

El empate liberaba al Almería de cualquier trance de descenso en la última jornada, pero los unionistas saltaron en la segunda parte a finiquitar el partido sin dejar margen a la especulación.

El intercambio de golpes en el segundo acto fue continuo y el Tenerife dejó numerosos espacios para los contragolpes rojiblancos, que no contaron con la efectividad necesaria.

Soriano tuvo el 1-2 en un testarazo al que Aragoneses respondió con reflejos dignos de Alves. La respuesta isleña no se hizo esperar en un duro lanzamiento de Román que repelió el goleiro, que un instante después veía cómo un centro de Bertrán era peinado con rosa por Nino y el balón lamía el poste.

Pero cuando mayor era el asedio sobre la meta rojiblanca emergió la figura de Crusat, que se zafó de su marcador en una carrera por la banda y supo burlar la salida desesperada de Aragoneses para establecer el 1-2 que certificaba el hito de permanecer en Primera por cuarto año consecutivo.

En la prolongación el veratense Nino acudió al rescate culminando otra jugada de pizarra que había nacido en un saque de banda de Bertrán prolongado por Dinei de cabeza. No restó un ápice de euforia al festejo de un Almería de Primera por derecho propio.

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