Finales de octubre y principios de noviembre es un tramo del calendario muy complicado para el Almería. Por calendario y por las circunstancias como son las lesiones. Cuando ambas cosas se juntan, aunque la plantilla sea amplia, la rampa de la competición se inclina un poco más. En menos de una semana, los rojiblancos han jugado ante Granada y Villarreal, y todavía les queda el Sporting de Gijón. Por el camino ya se habían dejado jugadores y en estos últimos enfrentamientos también han caído Eteki, Pablo Caballero y quizás Montoro.

La competividad que existe en la plantilla tiene al equipo téoricamente suplente tan enfuchado como está el titular. Por eso, Fran se muestra tranquilo y cree que las ausencias van a condicionar lo justo al esquema de juego. Ahora le toca demostrar a quien juegue que está capacitado para ello, como bien demostró la unidad b en Copa del Rey ante el submarino amarillo.

Más que por el cansancio que se pueda arrastrar, que no debe de ser mucho porque el míster tuvo ojo al hacer el once, o por las bajas, Fran tiene miedo de que los halagos se le suban a la cabeza a sus jugadores. Por ello, desde el jueves trata de mentalizarlos de que el encuentro importante de la semana es éste. Se le ha visto hablando personalmente con varios miembros del grupo, como es el caso de Sekou, gran destacado ante los villarrealenses, al que el entrenador rojiblanco mima para sacarle el máximo de su potencial.

El partido de hoy motiva especialmente a Fran. El filial del Sporting eliminó a su filial la pasada temporada de la promoción de ascenso a Segunda División B y tiene ganas de cobrarse la ventaja ahora con los primeros equipos. Además, pese a la derrota en Granada, los almerienses están en esas posiciones de la tabla en que necesitan mantener cierta regularidad en sus resultados para estar lo más lejanos posible de la zona de descenso o, lo que es lo mismo, cerca de los puestos altos.

La afición lo sabe y además de agradecerlo, contribuye a que los resultados vayan cosechándose. Con el 1-3 momentáneo de la segunda parte copera, por ejemplo, fue la grada la encargada de espolear al equipo para conseguir el empate final. Esta tarde la comunión debe de ser la misma, porque enfrente estará un equipo casi de Primera, al que se le vencerá con un sacrificio parecido al de Las Palmas.Antes o después, la buena racha casera puede torcerse y visto que fuera de casa el Almería no es fiable, lo mejor es tener un buen colchón para que no entren los agobios. Por eso, el Mediterráneo debe seguir siendo difícil de asaltar.

Por su parte, el Sporting viajó con veinte jugadores ya que alguno como Babin tiene algunas molestias por lo que deberá realizar dos descartes. Baraja está siendo cuestionado por la afición aunque el buen resultado logrado ante el Eibar, que le da esperanzas de superar la eliminatoria copera le ha dado un respiro, pero para mantener la confianza el equipo de lograr un resultado positivo en Almería.

Esa ansiedad puede ser un buen arma si los de Fran Fernández saben usarla. Una buena salida, con la clásica presión adelantanda, y estar acertados en los metros finales, harían temblar a un rival de otro liga, pero que en estas jornada está jugando en la misma.