La UD Almería ha regresado esta mañana en vuelo chárter desde Huesca y el cuerpo técnico encabezado por Rubi dirigirá a mediodía una sesión preparatoria en el anexo Mediterráneo en la que quienes fueron titulares en El Alcoraz se ejercitarán a menor ritmo que quienes partieron desde el banquillo. 

Como quiera que el siguiente enfrentamiento, ante la Sociedad Deportiva Ponferradina, no es hasta el próximo lunes día 11 (21:00 horas), el staff ha concedido descanso al plantel en las jornadas de martes y miércoles para volver al trabajo el jueves con la mente puesta en el choque ante el cuadro berciano. 

La buena noticia de cara al trascendental partido (a falta de ocho jornadas ya todos lo son en busca del ansiado ascenso) es que en un porcentaje elevado Rubi podrá contar con Arnau Puigmal y Dyego Sousa, que no entraron en la convocatoria para viajar a tierras oscenses por percances sufridos durante la semana pasada.

El mediapunta catalán metía el tobillo en una boca de riego durante la sesión de trabajo del miércoles provocándose un esguince leve que recomendó reposo al objeto de poder estar al 100% en el siguiente partido en casa. El atacante brasileño recibió un golpe en la última sesión a puerta cerrada y los servicios médicos optaron por ser conservadores, si bien estiman que ambos podrán ser de la partida ante la Ponferradina. 

Más dudas genera el estado de la rodilla de Largie Ramazani. Lesionado en el desplazamiento a Tenerife, el extremo belga ya se ha perdido las confrontaciones ante Girona y Huesca y la semana pasada inició el trabajo de campo junto al recuperador físico, pero sin integrarse todavía en el grupo. 

De confirmarse como baja una semana más, se uniría a las ya conocidas de Nieto, Chumi y Martos por lesiones de larga duración y a las recientes de Sergio Akieme y Juan Villar, que vieron sendas tarjetas rojas en El Alcoraz y tendrán que cumplir al menos un partido de sanción, si bien habrá que esperar a la resolución del Comité de Competición para ver si al lateral zurdo no le cae algún partido más al considerar el colegiado que hubo agresión a un rival por meter el codo para frenarlo en una carrera.