UD ALMERÍA 0-0 SD HUESCA | El Acta de Vivancos

Ramazani, titular sí o sí

  • En esta ocasión, al contrario que frente al Valladolid, Rubi no sacó partido de todo su potencial

Ramazani intenta zafarse de dos adversarios

Ramazani intenta zafarse de dos adversarios / Javier Alonso (Almería)

En la UDA, históricamente se ha pecado de un extraño pavor a la hora de contar, sin medias tintas, con algunos jugadores que a posteriori han brillado como estrellas que se les presumían. Hablo de Suso o de Thomas Partey, que llegaron a estar en el banquillo rojiblanco demasiadas jornadas, como si en este club hubiera algún reparo en contar plenamente con esas figuras en ciernes. Ante el Huesca se repitió la historia, y un jugador como Ramazani, diferencial a todas luces, volvió a ocupar el banquillo como antaño tantas promesas, ahora ya hechas realidad.

No sé qué pretendió Rubi con tener de principio al delantero belga sentado en el banco de los suplentes como un privilegiado espectador. Alguien puede pensar que hago esta reflexión porque en la primera mitad no se supo perforar la meta oscense, pero no, aun habiendo logrado Sadiq el penalti, la suplencia de Ramazani me pareció una frivolidad absoluta ante un equipo como el Huesca, tan defensivo y ordenado a tenor de los pocos goles en contra que hasta el momento ha recibido. Vamos, que lo perpetrado con Ramazani de inicio fue un lujo totalmente innecesario.

Por cierto, hablando del penalti errado por Sadiq; todos los que seguimos minuciosamente a la UDA sabemos que Sadiq es un mal lanzador de penas máximas. Incluso, algunos de los penaltis que ha marcado los logró con una buena pizca de fortuna, como el cosechado en Alcorcón. Eso lo sabe perfectamente Rubi y debería ser el máximo responsable en indicarle al delantero nigeriano que ni se acercara cuando hay que lanzar una pena máxima.

El balón parado en general es el punto más vulnerable de Sadiq, y bien que se demostró, porque una cosa es fallar un penalti y otra mostrar con claridad su torpeza en ese aspecto del juego. Si se le quiere brindar una oportunidad al nigeriano con el objetivo de reforzar su autoestima, que se haga con dos o tres goles de ventaja, porque experimentos con gaseosa, no. En definitiva, buena parte de la culpa de no abrir la lata, con lo importante que era ante este Huesca tan ordenado no la tuvo Sadiq, sino Rubi por permitirle al nigeriano lanzar penaltis.

Lo peor de todo, es que la UDA se mostró superior al Huesca, sobre todo durante el primer tiempo, porque a lo largo de la segunda mitad el dominio fue de los más estéril y la UDA se desorganizó permitiendo demasiados contragolpes peligrosos. No sé cuánto tiempo hubiera estado Ramazani en el banquillo si no es por el tanto anulado al Huesca, pues puede que Rubi echara mano del belga al ver el tanto en contra, a la postre anulado.

Con Ramazani sobre el césped se vio otra cosa, pero para ese momento los oscenses ya acumularon numerosas piezas sobre su área, tantas que Sadiq pareció estar solo en una isla rodeado de palmeras oscenses. Por ese motivo tampoco entendí la sustitución de Sadiq, ya que el nigeriano necesitaba un delantero como Sousa a su lado, y viceversa.

Pequeños detalles que al final le dieron ventaja de más a un Huesca que aumentó durante el choque su organización, en detrimento de una UDA a la que le faltó más presencia por el centro y menos por los extremos, ya que los interiores oscenses llegaron a hacer las funciones de laterales. En esta ocasión, al contrario que frente al Valladolid, Rubi no sacó partido de todo su potencial.

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