Real Madrid-Barcelona | Previa Copa del Rey

Un clásico que dejará huella

  • Real Madrid y Barcelona afrontan una semifinal con pronóstico incierto después del 1-1 de la ida.

  • Los dos equipos le han dado mucha importancia a la competición

Messi se estira junto a Luis Suárez durante el entrenamiento barcelonista previo a la vuelta de las semifinales contra el Real Madrid.

Messi se estira junto a Luis Suárez durante el entrenamiento barcelonista previo a la vuelta de las semifinales contra el Real Madrid. / EFE

A la espera de que no se crucen sus caminos en la Liga de Campeones, la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey depara el clásico de mayor trascendencia para un Real Madrid que se juega ante su eterno enemigo dos competiciones en cuatro días y un Barcelona que quiere extender su dominio en la competición.

Dejará huella el clásico para Real Madrid y Barcelona. Los de Santiago Solari en una Copa del Rey a la que esta campaña sí le concedieron importancia, como el camino más corto a un título en un curso repleto de irregularidad. Dos duelos ante el eterno rival que marcarán el camino con la posibilidad de quedar sin opciones en dos competiciones y tener que jugarse el todo o nada, un año más, a su torneo predilecto, la Liga de Campeones.

Para los de Ernesto Valverde un torneo que ha ido ganando importancia en su actual edición según fueron superando barreras. En principio, la eliminación de la última Liga de Campeones, con el desgaste físico mostrado en Roma, invitaba a no realizar excesos. Pero un grupo liderado por un ganador natural como Leo Messi no entiende de tirar competiciones. Remontaron al Sevilla y ahora quieren extender su dominio abrumador copero, con LaLiga prácticamente en el bolsillo gracias a su regularidad.

En una década de asaltos del Barcelona al Bernabéu con recitales de Messi, hasta nueve victorias en 16 encuentros en todas las competiciones por sólo cuatro triunfos madridistas, los de Solari quieren voltear la historia y acceder a la final de Sevilla.

Deberá enterrar sus dudas, renacidas de nuevo tras un tropiezo inesperado liguero ante el Girona que cortaba la racha de grandes resultados y buen juego con la que firmó su esperada reacción. El empate del Camp Nou de la ida, donde acarició el triunfo que cosechó en el derbi del Metropolitano, o la vuelta con victoria a domicilio ante el Ajax en Liga de Campeones alimentaron de nuevo la esperanza blanca. Poco importará en un clásico del todo o nada, con la afición del Santiago Bernabéu volcada para impulsar a su equipo.

Solari tomará decisiones que marcarán su personalidad como técnico. La indisciplina en público de Bale, que se negó a seguir calentando en el Ciutat de Valencia y a celebrar su gol con los compañeros, deja al técnico argentino en una encrucijada. Con Isco, no convocado, no le tembló el pulso, pero ahora necesita al galés, al que incluso medita incluir en el equipo titular. Sería en detrimento de Lucas Vázquez, ya que Vinicius se ha convertido en pieza intocable.

La portería la ocupará Keylor Navas, quien sabe si en su último partido del curso a no ser que Solari le dé alguno de Liga si el Madrid avanza en Champions, y el capitán Sergio Ramos regresa a la zaga cumplida su sanción. Son los dos cambios fijos que se esperan en un equipo que puede retocar su ataque y con una duda por despejar en el lateral izquierdo. Marcelo tendrá la oportunidad en un clásico.

El Barcelona se acogerá al gran momento de Messi y a su monopolio en la Copa del Rey -cuatro títulos consecutivos- para continuar vivo en su competición fetiche, aunque todo pasa imperiosamente por marcar en el Bernabéu. El dominio de los azulgrana en esta competición es abrumador, con seis títulos en la última década y 23 eliminatorias a doble partido superadas en la Copa. De hecho, el Real Madrid fue el último que lo apeó de la competición del KO, en una eliminatoria en la que los madridistas sólo empataron en la ida jugada en su casa (1-1), pero le dieron la vuelta en el Camp Nou (1-3).

Ahora, la situación es a la inversa. En la ida el Barça empató con el mismo resultado y, teóricamente, la ventaja es del equipo de Solari, que afronta a la vuelta en casa, aunque, claro, todo se tiene que medir en función del factor Messi.

El argentino, renqueante durante unos partidos tras sufrir una contusión en el muslo ante el Valencia (2 de febrero), demostró en el último choque ante el Sevilla que se ha recuperado y lo ha hecho a lo grande: con tres goles en un escenario de los grandes. Ahora, en el Bernabéu, encara dos partidos en cuatro días. Con citas tan consecutivos en el tiempo, Valverde tendrá que elegir bien sus opciones y diseñar una estrategia diferente según el escenario de ambas competiciones. Perder hoy sería quedarse sin un título, caer el sábado no tendría un efecto secundario negativo. De todos modos, las últimas alineaciones ante Lyon y Sevilla sirven de pista para los dos compromisos en Madrid.

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