UD ALMERÍA | EL ACTA DE VIVANCOS

Rectificar es de sabios

  • El desbloqueo mental, incluido el del entrenador, podría ser la vía que lleve a este Almería a hacerse fuerte como local

  • Baptistao ayudó sobremanera a que el plan previsto se ejecutase

Óscar Valentín intenta parar una cabalgada de Ramazani

Óscar Valentín intenta parar una cabalgada de Ramazani / Javier Alonso (Almería)

De cuento de hadas. No pudo salir mejor el importante envite ante el Rayo en el Power Horse Stadium. Pero las cosas no ocurren por casualidad, sino que los cimientos que soportan la base, en este caso la idea de juego, deben de ser sólidos y creíbles. Con la disposición de los últimos choques, sobre todo la de San Mamés, hubiese sido imposible disfrutar de un final feliz del cuento. En el momento que al centro del campo se le nutre de elementos bien estructurados y, valga la redundancia, más centrados, las posibilidades de triunfo aumentan, máxime frente a rivales del mismo nivel. No es lo mismo dejar solo como una isla a Samu que contar con De la Hoz arropado por Robertone, junto al enlace que antaño pudo ser Puigmal y que ante el Rayo fue Melero.

Además, la inestimable ayuda por parte de los dos extremos hizo que dicha disposición táctica fuese aún más verosímil. Minutos antes de redactar estas líneas me dio tiempo a leer por ahí que Rubi calló bocas. Yo diría que se la calló él mismo. Corrigió posiciones, cambió hombres y automáticamente abrió el abanico de posibilidades del éxito. Rectificar, aun al límite, es de sabios. Al terminar el choque el técnico rojiblanco se refirió a la valía de la defensa de cuatro frente a la de cinco, aunque olvidó mentar que da igual el número de defensas si no existe una medular organizada.

Eso sí, quien ayudó sobremanera a que el plan previsto se ejecutase fue Baptistao, un jugador discutido desde que se anunció su fichaje pero que demostró que su categoría es de Primera y que todavía conserva el talento que le llevó a militar en importantes clubes. Incluso se batió cara a cara en ayuda defensiva. Mejor, casi imposible, pues gracias al delantero brasileño el ataque rojiblanco fue profundo pero, vuelvo a repetir, debido al apoyo de ese centro del campo ordenado.

Robertone estuvo en todas, en auxilio de De la Hoz (no sé por qué no jugó en Bilbao) y de Melero, que demostró que cuando esté en forma le puede dar a su equipo ese toque final de calidad que todo conjunto necesita. Para más inri, apareció la figura de Mendes desde el principio como local. Me temo que los delanteros van a tener una tarea ardua si quieren desbordar a un lateral que tiene más pinta de atleta que de jugador de fútbol.

La conclusión fue que la ayuda individual complementó a una línea en la parcela central que esta vez sí sirvió como muro de contención para los inexpugnables Babic y Ely. Y es que a veces queremos complicarlo todo haciendo lo fácil, difícil. A quien se le empiezan a ver cositas es a El Bilal. Al ariete rojiblanco (creo que se va a consolidar de titular) todavía no le están poniendo buenos balones para remachar, pues varios pases de los llamados de la muerte no encontraron al maliense, pero tiene pinta el punta de ir progresando a la par que su equipo. Su instinto goleador ya apareció y por falta de condiciones físicas no será.

Fueron tres puntos, más la posible diferencia de goles, pero más allá de llevar ya siete en la clasificación, el desbloqueo mental, incluido el del entrenador, podría ser la vía que lleve a este Almería a hacerse fuerte en el Power Horse Stadium, que es donde posiblemente se dirima la permanencia. Así sí, Rubi.

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