El Poli Almería sigue muy vivo en la lucha por dar el salto a la Tercera División después de imponerse ayer por 1-2 al Estepona en un partido en el que los rojiblancos tuvieron que remontar. Los almerienses tienen por delante cinco finales en las que no podrán dejarse puntos por el camino si quieren optar hasta el final a quedarse con esa segunda plaza que pelean con el Alhaurín de la Torre.

No empezaron bien las cosas ayer para los de Garcés, que se vieron superados en la primera parte, en lo que a iniciativa de juego se refiere, porque ocasiones hubo pocas, por un cuadro malagueño que encontraría, sin embargo, el premio en la segunda mitad. Fue en el minuto 60', obra de Parra. Las cosas se ponían muy complicadas para los foráneos, que podían ver como se escapaban todas sus opciones de mirar a Tercera si caían en el Francisco Muñoz Pérez. Pero el Poli Almería es un equipo especial, de esos que tiene una envidiable fortaleza, una garra que cuando sale puede con todo. Y así fue. Primero el salvador Montellano, en el 73', y luego Beltrán, en el 81', dieron la vuelta al marcador aprovechando la caraja defensiva de un oponente que no creía que el triunfo se fuese para tierras almerienses finalmente.