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Rincones únicos lejos de cualquier asentamiento

  • Almería posee una serie de playas y calas, donde el entorno natural es la principal característica. En estos enclaves de ensueño los bañistas encuentran tranquilidad

No todo el turismo veraniego implica acudir en masa a las playas más conocidas. Hay quienes prefieren la tranquilidad de las pequeñas calas, lugares en los que aprovechan para evadirse de la realidad, desconectar y pasar un agradable rato disfrutando de las horas de sol que ofrece el litoral almeriense. Las pequeñas calas se extienden por toda la costa, desde Adra hasta Pulpí, conviertiéndose en pequeños remansos de paz al alcance de todo aquel que lo desee.

Algunas de las calas con más encanto se encuentran localizadas en el interior del Parque Natural Cabo de Gata, que cuenta con los 50 kilómetros de costa acantilada mejor conservada del litoral mediterráneo europeo y cuya superficie protegida se ubica en su mayor parte dentro del término municipal de Níjar, aunque también en Carboneras y Almería.

Una de ellas es Cala Rajá. Es de las primeras que los veraneantes se encuentran al entrar al parque. Tiene una singular belleza y está situada al pie del mirador de Vela Blanca. Es todo un paraíso para los amantes del buceo y fotografía submarina. Si uno continúa investigando el paraje natural descubre la Cala de la Media Luna. Su impresionante y llamativa orografía hace que se encuentre entre las calas más frecuentadas por los bañistas. Ofrece una zona de baño tranquila y aisalda, lo que la convierte en un lugar ideal donde perderse.

Pasado el municipio de Las Negras el bañista se topa con la Cala San Pedro, una de las más conocidas del litoral almeriense debido a que en los últimos años se ha convertido en un reducto hippie. Es un lugar que emana tranquilidad y al cual se puede acceder bien a pie a través de un camino rocoso en un trayecto que dura 45 minutos o a través de la lancha-taxi que sale de Las Negras. La siguiente para en la ruta es la Cala del Plomo. Está bordeada por calizas arrecifales de interesante valor geológico y presenta aguas en calma y arena dorada.

Casi llegando a la Playa de los Muertos se encuentra la Cala de Enmedio, una playa aislada, virgen, que goza de una arena dorada y de aguas tranquilas y cristalinas. Un placer para el cuerpo, la mente y la vista. Se accede a ella a través de un camino de tierra y ofrece un entorno privilegiado en el que ante todo se respira sosiego y calma. Posee accesos señalizados e indicadores de salvamento.

Entre Vera y Cuevas del Almanzora ante el bañista se presenta la Cala Invencible, un lugar muy interesante para aquellos que disfrutan contemplando y descubriendo la riqueza y los secretos de los fondos marinos. Para los que prefieran el buceo y la pesca, Cala Cristal es su lugar ya que su fondo rocoso es ideal para ambas actividades. Además de todas estas playas, otras muchas calas a lo largo y ancho del litoral almeriense abren ya la temporada con la esperanza de convertirse en auténticos retiros para quienes están de vacaciones.

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