Valentino Rossi quiere competir en el Gran Premio de Aragón de este fin de semana, pese a que se rompió la tibia y el peroné de la pierna derecha el pasado 31 de agosto en un accidente que sufrió cuando se entrenaba con una moto de motocross en Borgo Pace, y por segundo día consecutivo rodó en Misano.

Fue operado al día siguiente en Ancona y en un primer momento se estimó que podría regresar, como muy pronto, en octubre. De hecho los médicos que lo operaron el 1 de septiembre le recomendaron un periodo de reposo mínimo de entre 30 y 40 días, pero el italiano podría recortar los plazos y estar en Motorland el domingo. Hoy Yamaha tomará una decisión tras las pruebas realizadas por el transalpino, de 38 años, estos días. Su escudería informó que dio 11 vueltas al circuito Marco Simoncelli, aunque su ensayo se vio interrumpido antes de tiempo por la lluvia, por lo que no se pudieron sacar conclusiones definitivas sobre su estado físico.

Aun viajando a Aragón con la idea de competir, antes de subirse a la MotoGP en los entrenamientos libres necesitará el visto bueno de los galenos del Mundial. De no poder participar su lugar será ocupado por el piloto holandés de Superbike Michael Van der Mark.

De momento se ha perdido el Gran Premio de San Marino (es cuarto en el Mundial a 42 puntos de Marc Márquez y Andrea Dovizioso) y de hacer lo propio este fin de semana ya no podría regresar hasta el Gran Premio de Japón del 15 de octubre.