Atletismo

Ruth Beitia estará en su última final olímpica

  • La capitana del equipo de atletismo entra en la repesca saltando 1,93 metros a pesar de no llegar a la mínima de 1,96.

Ruth Beitia, capitana de la selección española de atletismo y campeona de Europa de salto de altura, podrá rematar su carrera deportiva en una competición de la máxima categoría al clasificarse para la final olímpica con una marca de 1,93 metros. La plusmarquista española, con 50 presencias en la selección española a sus espaldas y en su último año en activo, debutó a las 9:30 en sus terceros Juegos consecutivos, con la referencia del séptimo puesto de Pekín 2008 como mejor resultado. La marca de calificación era rigurosa (1,96) pero era previsible que se pasara con menos a la final, tirando de repesca hacia abajo hasta completar el cupo de doce.

La discípula de Ramón Torralbo, su entrenador de toda la vida, es una de las cinco atletas que han saltado este año dos metros o más. Su mejor marca de la temporada es de dos metros justos, sólo dos centímetros por debajo de su récord nacional. Beitia, de 33 años, renunció a las dos primeras alturas (1,75 y 1,80) para empezar directamente en 1,85, una táctica que entrañaba algún riesgo a tan temprana hora, aunque por primera vez en muchos días el sol calentaba el estadio desde el comienzo de la jornada. Superó la primera altura al primer intento y se mantuvo infalible con la barra en 1,90 y en 1,93.

Catorce atletas, entre los dos grupos, habían superado los 1,93 metros, de ahí que se desatara una discusión entre las protagonistas, y de éstas con los jueces, para intentar meterse todas en la final, pero el árbitro se mantuvo inflexible. Había que eliminar a dos. Cuando la rusa la uzbeka Svetlana Radzivil saltó 1,96 y la alemana Ariane Friedrich -campeona mundial en 2009- falló en la misma altura, la competición se detuvo. La selección de doce ya estaba hecha.

Se ve mejor que en Helsinki

La cántabra aseguró que está totalmente "preparada para la final" del sábado  y que se encuentra mejor que hace unas semanas cuando ganó el oro en los Europeos de Helsinki. La plusmarquista nacional salió de la ronda previa "muy contenta" por haber hecho "los saltos bien", con "cosas mejorables" pero con "margen de mejora para la final", como algo más de agresividad al inicio de la carrera, según comentó con su entrenador, Ramón Torralbo. Beitia, que hace una semana y media saltó en Santander 2,00 metros, comentó que había echado "un vistacillo" a sus rivales y vaticinó una final "bonita" y "dura". "Habrá que pelear muy, muy, muy fuerte para mejorar el séptimo puesto de Pekín", aseguró.

Opinó que hay un abanico "muy grande" de aspirantes a las medallas, tanto que "todo el mundo es candidato a estar ahí peleando". "He visto muy bien a las dos rusas, Shkolina y Chicherova, a las dos americanas, Tia Hellebaut (defensora del título) siempre se crece, increíble, en las grandes finales y me he visto bien yo. Así que habrá que estar ahí", comentó.

Beitia destacó que está "mucho mejor" que en los Europeos de Helsinki. "Allí salté 1,97, con lo que igualaba la mejor marca de la temporada por aquel entonces. Hace semana y media salté en Santander, en mi última competición en la tierruca, dos metros. Estoy muchísimo mejor", resaltó. "El pico de forma del Europeo era muchísimo menor que el de los Juegos Olímpicos. Creo que hemos llegado al cien por cien", apuntó la cántabra, quien apostilló que en la clasificación había "disfrutado como si fuese la última competición", como ha hecho durante todo el año, el de su retirada. "Estoy tranquila, voy a vivir esta final como si fuese mi última final olímpica, que lo confirmo, y evidentemente a disfrutar porque no me quiero perder nada", agregó entre sonrisas.

Beitia considera que ahora tiene "una madurez y un equilibrio físico y psicológico increíble" y que afrontó este año "en vez de triste, con la necesidad de hacer las cosas bien" y más relajada, con lo que las cosas le están saliendo mejor. Recordó que "ver una final desde grada, como en (los Mundiales) Daegu cuesta mucho". "El año pasado tuve problemas de espaldas y, aunque soy fisio, decidí dejar un poco de lado lo que dijeron los médicos y los fisios, que era bajar nivel entrenamiento, y empezar desde cero a trabajar, con mucho entrenamiento, como siempre, y ha salido perfecto", explicó. "Físicamente me encuentro fenomenal, mejor que nunca. Además, los niveles de fuerza están increíbles, estoy delgada, rápida, feliz, un equilibrio cuerpo-mente increíble", agregó.

Cuestionada por la larga negociación de las atletas con los jueces durante la competición, explicó que querían pasar las 15 que habían superado el 1,93, como ha ocurrido otras veces, cuando la norma indica que la final la disputan doce. "Pero no lo ha permitido la organización. Las que íbamos con todo el concurso limpio íbamos a pasar empatadas al quinto o sexto puesto hemos decidido no saltar. Han tenido que saltar 1,96 cuatro y al final una se ha quedado fuera. Por una han tenido que ir al 1,96", añadió.

Beitia indicó que "dentro de la rivalidad existente" entre todas las atletas "siempre hay un poco compañerismo y total, para nosotras también era beneficioso no intentar un salto de 96. Siempre corres el riesgo de que sea nulo y tengas que hacer tres. No hacerlo te da más tranquilidad de cara a la final y menos trabajo". Destacó que el factor favorable que tuvieron durante la clasificación, el público. "Pese a la hora, tuvimos un prom, fue increíble el estadio abarrotado. Cuánto tenemos que aprender los españoles en la cultura que hay fuera para ver el atletismo. El público ha estado soberbio, todo el rato apoyando a cualquiera que saltara y ha sido increíble".

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