La exhibición de un colosal MoraBanc Andorra en el WiZink Center le convirtió en el primer equipo capaz de tumbar al Madrid, único invicto de la Liga Endesa y, de paso, puso fin a su mala racha de cuatro derrotas consecutivas en el mejor escenario posible.

El arranque eléctrico de Albicy, con cuatro triples sin fallo en los primeros cinco minutos y cinco asistencias en el primer cuarto, pilló desprevenido a un Madrid que no andaba fino y se mostraba incapaz de contrarrestar la efectividad visitante.

A ello se añadió que Whittington tomó el relevo del base francés y, con otros dos aciertos desde el perímetro, permitió consolidar las ventajas de un Andorra al que sus altos porcentajes desde la línea de 6,75 (7/11) lo llevaron a completar un gran primer acto (26-33).

En la reanudación, los andorranos siguieron moviendo muy bien la pelota, defendiendo en bloque y jugando sin complejos ante un oponente incapaz de recortar las diferencias ante la desesperación de Pablo Laso, obligado a parar el partido al ver que su equipo seguía sin carburar (35-43, min 15).

A falta de frescura, el Madrid recurrió a la inspiración de Carroll, que fue calentando su muñeca con el paso de los minutos. A base de triples, el estadounidense fue capaz de cambiar el guión del choque y sus quince puntos en menos de ocho minutos del segundo periodo dejaron el partido en un puño al descanso (58-59).

A la vuelta de vestuarios, el intercambio de golpes mantuvo la incertidumbre. Los del Principado seguían jugando con desparpajo, con buenos minutos de Vitali y Shurna, y volvieron a despegarse (67-75, min 24). A los últimos diez minutos se llegó con un 84-92 favorable a los de Ibon Navarro, que empezaban a creer en el milagro.

En medio de la batalla final, sólo las canastas de Carroll acercaban puntualmente al Madrid. Ello coincidió con un apagón en ataque de Andorra, que estuvo cinco minutos sin anotar (97-99, min 38).

Felipe Reyes logró empatar a medio minuto del final y respondió en la siguiente jugada Ennis con una penetración a 3,5 segundos. Llull buscó el triunfo con un triple lejano, pero el balón no entró y se consumó la sorpresa.