Llevarían temporadas las luces del Rico Pérez alumbrando los partidos del Hércules, pero justo antes del partido frente al Almería fueron jubiladas de manera anticipada. El temporal de viento, que ayer todavía se dejaba notar, provocó daños en las torretas de iluminación y los expertos desaconsejaron su desmontaje. Los focos se amontonaron en el aparcamiento y el terreno de juego quedó huérfano de iluminación, precisamente en uno de los pocos domingos en los que las nubes se esforzaron para que el sol no brillara. Como las que mandan son las televisiones y en sus decisiones horarias rara vez impera el sentido común, decidieron poner el partido por la tarde, con la consecuente falta de luz. Como cualquier medida de seguridad siempre es poca, una dotación de bomberos fue testigo de excepción de un partido al que el Hércules llegaba con muchas necesidades, mientras que el Almería lo afrontaba tras conocer el 0-1 favorable al Alcorcón en Huesca.

El terreno de juego, grande y en perfectas condiciones, parecía el escenario propicio para que los rojiblancos acabaran con la mala racha como visitante. La presión ambiental también era mucho menor que en pasadas visitas. Con la única novedad de Gunino en un once que ya se va conociendo de cabeza, los de Gracia comenzaron el encuentro. Con cánticos satíricos de "Enciende la luz, presi enciende la luz", arrancó el choque. Pese a la complicada situación local, el Hércules comenzó moviendo el balón con cierta tranquilidad, no le temblaba el pulso. Portillo, veterano pero batallador, buscaba las cosquillas entre Pelle y Silva. No se había cumplido todavía el minuto 10 cuando llegó el primer contratiempo: Jonathan se rompió y tuvo que entrar en su lugar Carlos Calvo. El exalicantino, muy aplaudido, tuvo la primera ocasión en sus botas con un chut lateral, pero Falcón atajó despejó seguro. Con más intención que peligro, el Hércules avisaba. Sardinero por su banda derecha estaba embolletando al Almería. Si los de Gracia estaban seguros atrás, el partido se ponía idóneo para montar contras. Eso sí, los azulinos tenían bien estudiados a los almerienses y la vigilancia sobre Falque era extrema. El centrocampismo se apoderó de un partido en el que cualquier error iba a ser fatal. Sardinero le ganó la espalda a Pelle, pero Silva le impidió fusilar a Esteban. Era el minuto 30 y Gracia puso a calentar a Chumbi y Rubén, los almerienses vivían muy lejos del área local. El Almería terminó haciéndose con la posesión de balón, pero no atinaba en los metros finales. Faltaba robar algún balón para desmontar al Hércules. En la última jugada, a Falque le faltó instinto goleador y le cortaron el pase cuando todo el mundo esperaba el disparo. A falta de goles, la emoción llegó al descanso con un acto publicitario, donde diez aficionados tuvieron que chutar desCharles "Ensayamos la estrategia y hoy ha salido a la perfección" "El equipo ha hecho un partido muy completo. Hemos batallado mucho ante un rival muy difícil de batir. Entrenamos siempre el balón parado y hoy [por ayer] nos ha salido el saque de esquina. En el segundo gol he tenido fe, como en la primera parte en la que hubo un balón que casi le quito al portero. Ya son siete jornadas consecutivas marcando y ojalá que consiga la próxima otro más y le sirva al equipo para ganar. La racha tiene que seguir si seguimos trabajando como hasta ahora". La zaga mantuvo a de el centro del campo. Sólo tres marcaron en la meta que defendería Falcón tras la reanudación. ¿Era un buen presagio? Pues sí. Antes, en uno de esos balones que marea el Almería hasta que la pierde, Javito se plantó solo antes Esteban y el asturiano salvó. En la siguiente acción fue el Almería el que robó y pichichi Charles el que marcó. Christian se aprovecha de un despiste de Cortés y Soriano fuerza un córner. Jugada ensayada, con cabezazo de Silva en el segundo palo, para que el 9 rojiblanco marque de cabeza por séptima semana consecutiva. Era el momento de demostrar por qué se es segundo en la tabla. El Hércules se vino arriba, se jugó el todo por el todo y el Almería empezó a pasarlo mal. Bedía lanzó muy mal una falta en la frontal, Portillo falló una acción impropia de él y hasta Prieto Iglesias anuló un tanto local. Bien anulado por falta a Esteban. El Almería se formó en pelotón ante el área de Esteban, se echaba hacía necesario a alguien que reforzara el centro del campo, Pallardó por ejemplo. El Hércules terminó entregándose y Charles montó la fiesta en un Rico Pérez desierto y oscuro: lío entre Cabrera y Falcón, balón al palo y el brasileño hace el 0-2 para mantener el colchón de seguridad en cuatro puntos con el tercer clasificado.