UD ALMERÍA 0-1 SEVILLA FC | El Acta de Vivancos

Un Sevilla de Champions

Villalba persigue a Rakitic, que lució el brazalete de capitán

Villalba persigue a Rakitic, que lució el brazalete de capitán / Javier Alonso (Almería)

No creo que el Sevilla afronte su próximo choque de Champions ante el Borussia de Dortmund con más concentración, determinación y voluntad, que el disputado ante la segunda unidad del Almería en Copa. Aun así, tuvieron los sevillistas que emplearse a fondo ante una UDA que, fiel a su esquema, nunca se descompone sobre el terreno de juego.

Hizo bien Gomes en alinear a los llamados de toda la vida suplentes (para mí Akieme no lo es), por dos razones: la primera, por no desgastar a los más importantes de cara a la lucha final que se avecina con rivales en liga que en Primera no pisarían la zona de descenso. Y la segunda razón, y más importante, para no traicionar a los que desde el comienzo de la Copa han dado la cara y han posibilitado llegar hasta cuartos, con la única excepción de la eliminatoria ante el Alavés.

Hacer trabajar a unos para que en el momento más bonito y televisivo los otros luzcan palmito, hubiese sido un feo gesto que habría podido tener consecuencias en el interior del vestuario. El plan salió casi perfecto, y digo casi porque las entradas de Sadiq y Corpas para intentar rematar la faena llegaron un pelín tarde. No ya en cuanto al minuto de la segunda mitad que se preveía, sino de cara a haber neutralizado las apariciones en escena de En-Nesyri y sobre todo la de Suso, que a la postre ganó solito el partido.

Una respuesta inmediata a esa doble entrada del rival, al menos hubiese hecho dudar al contrario al mirar siquiera de reojo la figura de todo un Umar Sadiq. Por cierto, no tuvo el nigeriano demasiadas ocasiones de batirse en duelo con la zaga visitante, pero cuando lo hizo dejó atrás a Koundé, descomunal zaguero, como si el francés fuera un juvenil. Buena piedra de toque de cara a calibrar las futuras posibilidades de Sadiq.

A destacar el pundonor de Buñuel y, cómo no, las paradas de Fernando, el mejor guardameta suplente que uno recuerda. Por contra, por mucho que nos empeñemos, Villar, Lazo y Villalba siguen sin dar pie con bola, y aun así el Sevilla sudó de lo lindo. ¡Ay!, esa ocasión de Ramazani (el chaval dio la talla) al final de la primera mitad. ¡A por la liga y a Primera!

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