RUGBY | Primera Nacional B

URA Playcar cierra con derrota en Pozuelo (40-5) la mejor temporada de su historia

  • Los cruzados plantaron cara hasta el último momento con un equipo plagado de bajas

Los cruzados piensan ya en la campaña 2022-2023

Los cruzados piensan ya en la campaña 2022-2023 / D.A. (Almería)

No hubo horario unificado para la última jornada, pese a que había una plaza aun por decidirse respecto a los cuatro equipos que jugarán el playoff por el ascenso y también el orden de esas posiciones, importante para determinar al factor campo de las semis y de la final. Ingenieros Industriales cumplió con su parte el sábado por la tarde con un triunfo amplio ante Sant Cugat y ni Unión Rugby Almería Playcar ni Mazabi Santander tenían ya posibilidades de acceder a esa lucha definitiva. Ambos cayeron el domingo, si bien dando la cara hasta el final. Los cruzados, con un equipo muy mermado y una convocatoria de 19 jugadores disponibles, hicieron todo lo que pudieron para dejar el mejor sabor de boca posible a una temporada de ensueño, la mejor de la historia.

Crueldad en la recta final de la misma, sobre todo tras un arranque de Grupo Élite con grandes resultados y pasar después a sufrir duros varapalos por falta de amplitud del plantel, la sensación es que el sueño se ha escurrido de entre las manos. Honestidad, respeto y canto al rugby siempre, se ha estado en las buenas y en las no tanto, y gran muestra de lo padecido durante los últimos cuatro partidos se vio reflejado en El Valle de las Cañas. Se comenzó muy bien, poniéndose por delante en el marcador con try y dejando escapar un golpe a palos que podría haber ampliado la renta, siendo mejor en las touches y manejando lo mejor posible la inferioridad en las melés, pero lo que pasa ante un grande es que toda pérdida y todo error se paga con puntos en contra.

Recuperó muchos balones URA Playcar a lo largo de la contienda, pero es cierto que también perdió otros tantos, y si los recuperados no se transformaron en anotaciones, los perdidos sí supusieron encajar tantos. Un XV casi de circunstancias, Lamboglia de centro y el joven Castro de medio de melé, Gaveglio otra vez de ‘ocho’, un partido que podría haber sido diferente, pese a todas las limitaciones en la expedición almeriense, se saldó con la cuarta derrota cruzada, cuatro victorias en su haber en la cuenta final, y un marcador de nuevo abultado. El 40-5 se vio disparado tras el descanso, llegando a ese momento preciso con 12-5 para los madrileños, anotando ya pasada media hora de juego. Llegó el último pasillo de la temporada y un adiós que debe saber a victoria.

Se quiso jugar en todo momento, incluso desde muy atrás en el campo y en el tanteo, fieles a una idea que deberá ser la guía para una próxima temporada sobre la que ya toca pensar. En el inicio del choque hubo minutos de tanteo y buena defensa de URA Playcar, serio y bien plantado sobre el terreno de juego. En el 10, patada magnífica de Cittadini, touche en cinco metros contraria, perfecta ejecución a maul y pizarra de Falu para salida rápida de balón y ensayo por el ala izquierda. Se ponían los unionistas con 0-5 y supieron sufrir en defensa acto seguido, cuando Pozuelo Rugby Unión comenzó a encontrar el juego a mano y a tirar de buenos apoyos. Se recuperaron balones por la concentración, digna de elogio, y se pasó de la igualdad de medio campo a ir por más.

De hecho, un golpe en el minuto 20, en buena posición, se eligió a palos para haberse puesto con 0-8, pero no hubo suerte, mientras que la respuesta local tardó en llegar. A la media hora de encuentro, una melé a cinco metros de Unión Rugby Almería Playcar con introducción almeriense, yendo para atrás, se resolvió pateando el balón, si bien la misma jugada costó el 5-5. Descarga del juego de Pozuelo, dinamismo y agujero en la derecha, por donde se depositó el oval. Otra vez la melé costó otro try, esta vez con la introducción para los locales, que llegaron a palos desde cinco metros y que subieron con ensayo de castigo el 12-5 con el que se detuvo en encuentro. Con todo, URA dispuso de touche, si bien no fue capaz de sacarle provecho en el límite del tiempo.

La incertidumbre en el marcador duró poco, puesto que al minuto de la reanudación y en una pérdida desde melé propia que se gestionó bien, una patada madrileña puso el try bajo palos para subir el 19-5, toda una losa para los almerienses. Se siguió dándolo todo, poniendo intensidad y robando las touches rivales, pero desgasta mucho que no se saque provecho de las circunstancias favorables, y así, avanzando metros con gran esfuerzo, las fuerzas física y mental iban mermándose frente a la consistente defensa de Pozuelo Rugby Unión. En el minuto 51, a raíz de otra melé, pero abriendo rápido el oval, llegó otro ensayo más, el cuarto. De nuevo, no importó, se buscó dar más desde incluso la patada de salida de ese try, pero sin suerte ni frescura.

De hecho, se jugaron 7 minutos con dos hombres menos, Citta y Nemo, amarillas para ambos. Tres pérdidas supusieron tres ensayos más, eso tras haber trabajado mucho y bueno, por lo que fueron golpes de gran dureza en lo moral, pases interceptados y la defensa desguarnecida cuando se intentó avanzar filas de modo valiente. Como dato negativo, Andrés Arnau, el zaguero local, tuvo que ser trasladado con una conmoción al hospital, segunda parada larga, poco ritmo en el juego por las interrupciones y más ganas de cerrar el encuentro, ya resuelto, que de alargar una situación que ya no iba a conducir a nada más. Fases acumuladas, pick and go, apertura del oval, criterio… y el balón al suelo, escurrido, ya no salía nada en positivo para anotar. Se acabó, cabeza muy alta, y suerte para los cuatro clubes que ahora decidirán el que asciende y el que va a promoción. Se ha llegado con alguna opción a la última jornada, y es un mérito.

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