Con un buen sabor de boca pudo despedir finalmente Unicaja Costa de Almería el año 2020, tras alzar su 15ª Copa de Andalucía. Los ahorradores se impusieron en su cancha del Moisés Ruiz al CV La Fuensanta Pizarra por 3-0 en lo que fue la antesala de un 2021 que se avecina muy complicado para los intereses deportivos de los almerienses, tanto por la disputa de la Copa del Rey como por la igualdad que existe en la pelea por la Superliga Masculina.
El Pabellón Moisés Ruiz albergó la gran fiesta del voleibol andaluz, pero solamente en la pista, ya que este año la pandemia obligó a disputar este evento a puerta cerrada, solamente con presencia de miembros de la Federación Andaluza de Voleibol. La jornada comenzó con una reñida semifinal entre Michelín Mintonette Almería y Pizarra, dos equipos que militan en el subgrupo B de la Superliga 2, que acabó con victoria por 2-3 para los foráneos (28-26, 14-25, 25-18, 16-25 y 9-15), que pocas horas después se verían las caras en el último escalón por el cetro autonómico con Unicaja.
Los problemas en recepción de los verdes dieron alas a los pizarreños, que protagonizaron un arranque de primer set fulgurante con un 0-4. De hecho, los malagueños, que se veían las caras por primera vez con Unicaja Almería, llevaron la iniciativa en el marcador hasta que los almerienses se pusieran por delante por primera vez con el 10-9. Despertó el cuadro ahorrador para caminar hacia un trabajado triunfo de esta manga inicial por 25-20.
Como en la primera manga, Pizarra empezó golpeando primero en la segunda, aunque fue más igualada en su primer tramo con dos equipos que no estaban dispuestos a ceder nada. En ese contexto, se impuso la experiencia ahorradora. Manolo Berenguel dio minutos a los menos habituales en esta final pero dieron la cara de sobra ante un equipo pizarreño en el que comenzó su carrera deportiva Mario Ferrera, líbero de un Unicaja Costa de Almería que impuso el 2-0 en el global con un 25-18 en este asalto.
Con la salida a pista de Iribarne y Sánchez, el sexteto local ya era más parecido al habitual de la competición regular, lo que se notó en el inicio de esta tercera manga en la que, al contrario que en las dos anteriores, comenzaron mandando los verdes. Apretaron los de Berenguel para tratar de llevarse el choque por la vía rápida, pero Pizarra no arrojaba la toalla y seguía, a pesar del cansancio, presentando batalla a un rival de superior categoría. Los malagueños igualaron 18-18 y llegaron incluso hasta a adelantarse en un momento clave (20-21), pero murieron con las botas puestas ante un Unicaja que volvió a tomar el mando y cerró la final con un 26-24 (3-0).
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