VOLEIBOL | Superliga

Unicaja Costa de Almería sufre en la batalla de Almoradí (1-3)

  • Victoria ahorradora remontando un primer set en contra que se tenía controlado muy al final y levantando una bola de 2-0, tirando de los argumentos más contundentes, bloqueo y profundidad de banquillo

Unicaja sigue con su remontada liguera

Unicaja sigue con su remontada liguera / D.A. (Almería)

Viaje en el día, después del ‘viaje de los viajes’ a Boiro, y asumir un riesgo que se vio reflejado después en la pista. Almoradí es bravo, juega muy bien, sobre todo en su casa, y sabe plantar cara a los grandes. El presupuesto se diluyó y solo quedó el voleibol, finalmente con sonrisa para Unicaja Costa de Almería después de sufrir mucho y de levantar una bola que podría haber supuesto el 2-0 y la pérdida de como mínimo un punto. Los verdes salieron de tierras alicantinas con otra lección más en los apuntes, que habrá que estudiar para sacar adelante el curso con esas buenas notas que se esperan. Rotaciones de inicio, después jugó todo el equipo y se sacó el choque precisamente por la calidad de fondo de armario y el medir, por parte de Manolo Berenguel, el momento de forma de cada uno de sus hombres.

El máximo anotador de la contienda fue el dominicado García Toribio, que se fue a 26 puntos como protagonista de las pesadillas en defensa y recepción, seguido por un Charly Jiménez que ha demostrado que lo de Boiro no fue casualidad, elevando su cuenta a los 21 tantos. Se hicieron 16 puntos de bloqueo, cuatro para un Vigil al que su anotación le elevó a los 16, con 10 de ataque en un 83% y dos saques, un papel extraordinario. En ese sentido, descompensada la incidencia del saque de un modo claro para los locales al principio, después los visitantes nivelaron esa faceta del juego, con seis puntos directos, aunque dejando nada menos que 19 errores, un set casi al completo para el rival, al igual que no se tuvo el mejor encuentro, pero sí se fue de menos a más, en recepción. Quitado el apagón que ‘regaló’ el primer set y las concesiones en el segundo que casi malogran los tres puntos, fue un partido de los que ayudan, que se disfrutan más, de bravura y sacar orgullo.

Se comenzó con una jugada solvente, sacando el K1 con ataque de Iribarne. Desde ahí, problemas en ataque ahorradores para varias ventajas de los locales (3-1 y 8-5), todas controladas por un Unicaja Costa de Almería muy frío en el Mayte Andreu. Charly Jiménez con su saque ‘tuvo la culpa’ de meter a los suyos en el encuentro, ya que facilitó la aparición del bloqueo, inédito hasta ese momento. Tan fue así, la lectura clara del choque, que al tercero seguido se recuperó la ventaja inicial con un 8-9. Los verdes se sintieron ya más cómodos, incluso en el saque, con un gran ace de Villarreal (10-12) y otro de Charly Jiménez (14-18), dominando el juego y yendo con un paso firme que se cortó por tropezar y no saber levantarse. Con 15-19 pidió Miralles un tiempo, seguido de otro, clave, en el 17-20. Además, entro al saque y le dio la vida a su equipo. El 20-20, tres regalos verdes, llevaron a solicitar tiempo.

Al entrenador y capitán le siguió un letal García Toribio, que con su servicio terminó la remontada y subió el 1-0 ante los graves problemas ahorradores en recepción. El golpe fue duro y había que medir la incidencia del impacto, que fue bastante en el arranque de la segunda manga. Vigil se erigió en el anotador del equipo, bloqueo y ataque, pero la recepción seguía sin llegar y el propio saque continuaba con mucha concesión de error, bajando la presión en la construcción de juego local. Con todo, y con el central internacional, se mantuvieron las igualadas hasta el 6-4, seguido de un 7-4 con bloqueo almoradidense gracias al tremendo saque de García Toribio, el que decidió la primera manga. Vigil a lo suyo, y Javier Jiménez de opuesto, tocaba de nuevo remar entre la incomodidad manifiesta (9-5). Berenguel pidió tiempo para rehacer sus filas, muy tocadas, y consiguió el efecto que quería… con retardo.

Se pasó de un 11-6, poco a poco, a un 12-8 y un 14-13 con saque de Palharini y un tiempo de Miralles. La igualdad llegó con el 15-15 y Charly Jiménez, y primera vez por delante con 16-17 y Jean de artífice. Pareció ir todo mejor, con marcha suficiente para no sufrir y elevar el 1-1, pero el saque local de nuevo apretó y Soteldo tensó el final de set. Se levantó, incluso, una bola de 2-0, Vigil otra vez sumó puntos clave y se finalizó la manga con 24-26. De nuevo había que esperar la reacción anímica de un bloque verde capaz de lo mejor, pero de desconexiones mentales. Se comenzó mejor, con alternancia de ventajas, primero con Unicaja Costa de Almería delante y después el CV Almoradí, apoyado sobre todo en un enorme García Toribio. Se fue un poco de la dinámica de uno arriba lo conjunto de Miralles al coger dos (10-8), y sin embargo eso activó las alarmas ahorradoras para tener más orden.

Ignacio Sánchez bloqueó el 10-10, los alicantinos comenzaron a conceder más error y, sobre todo, a bajar claramente la incidencia de su saque. Dos aces de Vigil dieron el colchón del primer set, y esta vez había que conservarlo (12-15). Una fase extraña dio de si un rally de imprecisiones que se quedó, sin embargo con brillantez, el CV Almoradí (15-16). Charly Jiménez iba ya vestido de guerrero, en todos y apareció la calidad de Javier Jiménez en bolas calientes. Se tuvieron dos bolas de 1-2 y fue a la segunda cuando el jugador ‘semilocal’, Charly, cerró el set con 23-25 final. No se conformó, y tiró de Unicaja Costa de Almería ante sus paisanos y familiares, en un buen comienzo de la cuarta manga (3-6). Ignacio Sánchez regaló un lujo de finta en el 4-7, pero Almoradí permaneció fiel a su espíritu y no apretó hasta nivelar.

Lo hizo en dos ocasiones, a siete y a diez, regresó a pista Colito, con Berenguel en plena acción moviendo su banquillo, y fue determinante en la fuga que ya sí fue la definitiva. Él la comenzó y después la amplió el buen rendimiento en bloqueo (14-18), poniendo un muro una vez ya dentro de la ‘fortaleza’ alicantina para impedir la entrada de los locales en su propia casa. De hecho, fue un bloqueo más, que firmó Charly Jiménez frente a García Toribio, 21 puntos frente a 26, los grandes artilleros de un partido vivido tal y como se esperaba, con una intensidad digna de encomio en el lado local, alma en la pista y en la grada, pese a las dificultades de tener fuera a Pablo Lorenzo, a Vicente Cabrera, lesionado el sábado, e incluso a Juan Serna, que se dolió de la espalda durante el encuentro. En resumen, la valoración de que otra vez se suman puntos de oro es la más justa con los méritos de un adversario al que el club ahorrador aplaude.

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