Jornada 3 y todavía no podrá verse al Unicaja Costa de Almería diseñado para esta temporada, aunque sí una versión muy cercana, por lo menos en cuanto a efectivos. Ni frente a Léleman Valencia ni contra Melilla Sport Capital se pudo contar con tres jugadores del plantel ahorrador, y el segundo encuentro se cobró además una baja de larga duración, la de Raúl García ‘Asensio’, la ‘revelación’, sin duda alguna, en el inicio liguero. El destino, con el que los verdes han jugado bastos hasta ahora, ha marcado que conforme la perla virgitana entraba en quirófano para ser operado del dedo, recibió el alta Marlon Palharini, se avanzó en el estado físico y de ‘tacto’ de Igor Jovanovic y se solventó el ‘atasco’ burocrático de Javier Jiménez.

Todo ello ha venido marcando los ritmos de entrenamiento y ha ofrecido una imagen ‘no real’ de lo que puede dar de si el proyecto 2021/2022, todavía alejada de un pico de rendimiento que desde dentro se espera que sea muy alto. Está claro que cuando Manolo Berenguel cuente con los 12+3 y ruede la temporada, ambas cosas, Unicaja Costa de Almería habrá mostrado su verdadera amenaza en la lucha por los títulos, pero por ahora el técnico almeriense puede darse por satisfecho. Mermados, se han ganado los dos partidos disputados, el del Javier Imbroda, además, ‘bajo mínimos’, y llega la visita de un Rotogal Boiro muy ‘jugón’ y aguerrido cuando dispone por vez primera de un 11+3. Buen test de potencial para un ‘nuevo’ Unicaja, inédito.

Así, podrían producirse los debuts ‘parciales’, porque conocen la Superliga y repiten en el equipo, tanto del capitán Marlon como del cubano Jiménez, ambos receptores, y el debut ‘absoluto’, en esta competición española, vestido de verde y con el balón tricolor de Molten, con el que nunca jamás ha jugado, de Jovanovic. En la grada, un ‘Asensio’ que luchará por acortar su recuperación y un ambientazo digno de las citas más señaladas, visto el interés que ha venido despertando durante la semana este choque. Claro, no hay mejor manera para calentar a la afición que haciéndole sentir lo que los verdes transmitieron el pasado domingo, compromiso, calidad, carácter y garra, jugando ‘muy juntos’ y teniendo a un killer, el MVP Kukartsev, de estandarte.

De menos a más va también Rotogal Boiro, que ha pasado de la dirección del míster Palacio a la del argentino Marcelo Benavídez, el padre de Felipe, receptor referente en el ataque gallego. No disputó el primer partido, frente a Guaguas en el Insular, y sí el segundo, el derbi provincial con San Sadurniño, saldado con un 3-0 boirense. Fue el máximo anotador, con 17 puntos, dos bloqueos y dos saques directos, líder de los suyos bien arropado por los fichajes de esta temporada. Se trata del opuesto cubano Juan Carlos Romero, 16 puntos con dos y dos también en saque y bloqueo, Gaby del Carmen, que vuelve a ‘casa’ y brilla en recepción, y el espectacular central brasileño Renan Levandoski, sensación del año pasado en Textil Santanderina.

El encuentro llega envuelto en la motivación verde de medir potencial, aprovechando el buen nivel del adversario gallego y tras una semana en la que se ha podido apretar el ritmo del entrenamiento competitivo

Mitad y mitad entre los que repiten y los que se incorporan, entre los primeros están, junto a Felipe Benavídez, el cerebro del equipo en pista, el colocador argentino Bitar, cuya calidad es conocida de sobra, y el central Mario Iglesias, novena temporada y sello ‘marca de la casa’ en el club coruñés. Eso sí, reparte esos galones de referente de identidad con Adrián Alves ‘Chicho’, toda una institución también en una entidad canterana, que es ejemplo de funcionamiento desde abajo hacia arriba y que sabe fichar para reforzar lo necesario a su propio producto. En Boiro se respira voleibol y vóley playa, patria chica de los hermanos Bugallo, Pablo y Ana, y fértil productor de deportistas y valores. Su bloque ‘titular’ está, parece, muy definido por ahora.

El resto del plantel lo integran José García, joven central de 19 años que tuvo algún minuto ante Intasa, como también saltaron a la pista Alan Dávila, receptor, 18 años, y el colocador Ismael Martínez, más curtido y de vuelta al club en el que ‘nació’ tras su paso por Calasancias. Los tres también participaron del primer encuentro frente al gran favorito Guaguas, saliendo desde el banquillo. La ‘baja’ de Felipe Benavídez, inscrito pero sin ningún minuto de juego, la suplió Pablo Nieto, de la generación de David López y que llegó con el malagueño de Unicaja Costa de Almería a Boiro para hacerse profesional. Todavía no han tenido la oportunidad varias jóvenes promesas, Alberto Tubio, líbero de 18 años, Carlos García, receptor, 18 años, Antón Ordónez, central 17 años, y Mateo Fajardo, opuesto, 16 años, ni tampoco los experimentados Iván Souto, colocador, y Cristóbal Álvarez, receptor.

En partido dará comienzo a las 19.30 horas y será conducido por la pareja formada por José Luis Arrarte, de Alicante, y Fernando Cerrato, de Murcia, repitiéndose en el acceso el uso del formato digital tanto para entrar al pabellón como para comprar las entradas. Tal y como se ha apuntado, el interés previo parece indicar que habrá un ambientazo en la grada del Moisés Ruiz, con ganas de ver al más completo hasta ahora Unicaja Costa de Almería, sin llegar a estarlo de todo, y su búsqueda de lograr una jornada más continuar invicto. Por ahora se ocupa la cuarta plaza con 5 puntos, uno menos que los tres de arriba, que tampoco han perdido aun, Teruel, Guaguas y Manacor. Rotogal Boiro marcha octavo, puesto de Copa del Rey y mirando hacia arriba, con una derrota y una victoria, tres puntos y ofreciendo un buen juego.