VOLEIBOL | Superliga

Unicaja doblega con solvencia al colista Almoradí (3-0)

  • Victoria cómoda de los ahorradores cimentada en su alto nivel de servicio, protagonizada por los jugadores que en las últimas jornadas han dispuesto de menos minutos y revalorizada por lograr regularidad

Berenguel observa un remate de su equipo a pie de pista

Berenguel observa un remate de su equipo a pie de pista / Francis Cazorla (Almería)

La misión de Unicaja Costa de Almería antes del choque era clara: mantener el nivel de concentración y seriedad que se mostró días antes contra Boiro. Cumplida esa, y además con nota, automáticamente se logró otra de gran importancia, como es la suma de tres nuevos puntos en el casillero. Juntas, dieron paso a otra tercera, esa a ‘corto plazo’, puesto que la confianza del equipo de cara a la Copa del Rey gana enteros a la par que se solidifican los cimientos sobre los que construir lo que sería una gesta. Rotaciones de Manolo Berenguel en su ‘equipo tipo’ de las jornadas atrás y buen rendimiento de los que han dispuesto de menos minutos hasta el momento. Tan solo Colito y Ferrera se han mantenido en el siete, el líbero por lesión de Curro Sáez, dando otra exhibición de su maravilloso momento de forma, y el opuesto para afianzar más su rodaje tras perderse los partidos finales del año 2020 contra Teruel y Guaguas. Se sabía el camino… y se siguió.

Tan es así que la consigna principal era apretar desde el saque, sabedores de que Almoradí venía atravesando problemas de recepción. Mermado el cuadro alicantino por varias bajas clave, pero con su nuevo fichaje en pista, un central venezolano al que los verdes se midieron en un torneo amistoso de la pretemporada de pasada campaña, se desarrolló un partido desequilibrado en los tanteos, pero bonito en su desarrollo, con lucha y buenas acciones en ambos lados de la red. De vuelta a la competición la pasada semana, tras más de un mes sin jugar, los de Pedro Miralles están atravesando su tramo duro de la temporada, con Palma, Almería y este fin de semana Teruel, aprovechando para efectuar una carga física considerable para dar el máximo nivel en su ‘liga particular’, según explicó el propio Miralles. Así, el choque fue fácil y rápido para Unicaja Costa de Almería, una hora y un minuto de duración.

El máximo anotador de la contienda fue Colito, a pesar de que dosificó más su juego a partir de un primer set espectacular del opuesto verde. Sumó 14 tantos, seguido por los 12 de un gran Palharini. Cabe destacar que Esteban Villarreal tuvo a cuatro de sus compañeros por encima de la decena de puntos, mientras que por el lado de Almoradí solo la superó García Toribio, autor de once. En saque, como se ha dicho, se rompió el encuentro, con 11 directos de los ahorradores, tres de Colito y tres de Vigil, por ninguno de su adversario, más otros nueve que provocaron penaltis, en lo que Unicaja Costa de Almería, por centímetros, tenía mucha más ventaja, eso si no ‘rejugaba’. El nivel de recepción alicantino fue muy bajo, muy alto el almeriense, sin error, además. En bloqueo, 8 del cómputo general, con 3 para Palharini y Diedhiou.

El primer set enseñó el descaro de Almoradí, que vino a Almería a jugar con toda la determinación que le caracteriza, y mantuvo el pulso hasta que llegó la rotación en la que Colito se fue al servicio. El internacional hizo dos saques directos, sumando también en ataque, y protagonizando la ‘fuga’ de los blanquiverdes en el marcador. Con ocho puntos al llegarse al 25-16 final, su aportación fue determinante, siempre con la ayuda de todos los compañeros en pista, por supuesto, que mantuvieron una alta intensidad en defensa para no dar opciones al rival. Del 8-6 se pasó al 16-11 y el final fue ya inapelable, con un amplio 21-14 como parcial desde el que asaltar el 1-0. El segundo set fue casi un calco al primero, incluso en los tanteos intermedios, los mismos tres citados, pero con diferentes protagonistas al tirar del carro, con el turno para Vigil y para Palharini en la suma consecutiva de puntos y en la incidencia en el saque. Así la marcha fue plácida, con la feliz noticia de la entrada de Lorenzo.

El opuesto de Almoradí, que jugó unos minutos contra Urbia Uenergía Palma Vóley tras larga lesión, también pudo saltar a la cancha del Moisés Ruiz, y lo hizo primero como receptor, y ya como opuesto en el tercer set. En el segundo, Javier Jiménez continuó con su particular rodaje hacia su mejor versión, dando muestras de su gran calidad y de todo lo que puede aportar en los momentos decisivos. El final se marcó igual, con 25-16, historia repetida por completo. No parecía que pudiera producirse la reacción de los de Miralles, que vieron además cómo la tercera manga se rompió antes incluso que las dos anteriores. Para más inri, Miralles tuvo que retirarse por un pinchazo en su gemelo derecho, llamada al orden desde el banquillo cuando el peligro de un parcial abrumador rondó a los suyos. Fue efectivo, ya que incluso se mejoró lo logrado en los dos anteriores, y del 16-9 a la recta final llegó hasta con la opción de situarse a dos. Apagó el fuego Jean Pascal y cerró Colito con bloqueo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios