Costó lo suyo y hubo que sudarlo, pero Unicaja se cuela en la 21ª final de su historia, duodécima consecutiva. Tal vez pensando aún en el mal encuentro disputado la noche de viernes, lo cierto es que el equipo no compareció en el primer set del cuarto duelo disputado ayer sábado en el Moisés Ruiz.

Los de Piero Molducci se vieron netamente superados en todas las facetas del juego por el Urbia Palma durante la primera manga, que tuvo en sus manos a un juguete roto, endosándole márgenes que doblaban el tanteo del rival (8-16, 9-18, 10-20, 11-22 o 12-24) impropios con una semifinal de Superliga en juego.

El bloqueo ahorrador fue prácticamente inexistente, mientras que el palmesano se caracterizaba por su eficacia y sincronización, por lo que los almerienses se vieron impotentes para acabar cediendo por un clarificador 12-25.

Como quiera que hacerlo peor era imposible, Unicaja reaccionó en la segunda manga gracias sobre todo a su mejoría en el saque, que en pura lógica complicó las recepciones del cuadro insular, por lo que a su vez no pud montar las acciones de ataque con la comodidad a la que se estaban empezando a habituar.

Monfort e Israel aparecieron en el remate y el equipo fue poco a poco viniéndose arriba, acabando el tiempo técnico 12-8, ventaja que los ahorradores supieron ir incrementando hasta ponerse seis puntos arriba con 22-16, margenque ya no pudo levantar Palma, cerrando Israel el set en 25-18.

El cuarto set resultó tremendamente igualado. Unicaja se entonó y aunque llegó al tiempo técnico con desventaja de cuatro puntos (8-12) supo recomponerse para pelearlo hasta el final. De hecho dispuso de dos dos bolas de set con 24-22 que no supieron culminar, permitiendo la remontada palmesana (24-26).

Convencido en dar batalla hasta el final y recomponiéndose de la decepción de dejar marchar el tercer set en el último instante, Unicaja supo levantarse para arrollar al cuadro mallorquín en la cuarta manga, que ya ganaba 12-8 en el tiempo técnico. Israel, con una finta repleta de clase, cerraba el 25-15 final.

El partido o la eliminatoria se iba a decidir en el 'tie-break' y en la muerte súbita Unicaja supo mantener los nervios a raya, emergiendo la figura del capitán Almansa en el tramo final para marcar las diferencias y anotar los dos puntos del triunfo (15-12). CAI Teruel espera ahora en la gran final.