Ganaron Manacor en su casa y Melilla en Soria, ambos con pleno de puntos, y por ahora cierran el paso de Unicaja Costa de Almería a las ocho primeras posiciones de la tabla. Es lo de menos, porque se ha vuelto a ganar, se encadenan dos triunfos consecutivos y se depende de sí mismo para escalar posiciones. Además, las sensaciones, sin ser aun las mejores, sí van siendo más halagüeñas. No solo eso, sino que las rachas de buen juego también son más largas. Así se venció a Textil Santanderina, primera victoria en casa de esta temporada tras haber caído dos veces anteriormente. Dos buenos primeros sets, un tercero con dudas, pero en definitiva se llega a los 9 puntos, que era el objetivo.

Los máximos anotadores del choque fueron el local Moisés Cézar y el visitante Marcarini, los dos con 11 puntos, el ahorrador siedo el más destacado bloqueador con cinco en su cuenta particular. Con diez frente a seis, esa fue una faceta del juego en la que los verdes apoyaron su victoria. Otra fue en la recepción, con números realmente magníficos para Juanmi González, si bien también los generales, siendo líbero Chema Giménez por baja de Paquillo Fernández. En saque no hubo demasiado brillo por ningún bando, bastantes errores, si bien Textil Santanderina pecó en exceso de ellos en varias situaciones y pagó caro el desacierto cuando podría haber tenido opciones de forzar en el marcador.

El primer set tuvo a Unicaja Costa de Almería con mando y control hasta su extraño 20-16, un tanteo que se repite en bastantes ocasiones en los partidos de los verdes y que a pesar de ser de clara ventaja no siempre da tranquilidad. Un bloqueo de Moisés Cézar y un ataque de Víctor Rodríguez abrieron el 5-3 y desde ahí todo fue marchar con firmeza en el marcador. Jorge Fernández al saque hizo que la brecha se fuese a cinco (13-8), en una fase en la que Ferreira estuvo lúcido en ataque. Con el referido 20-16 entró al saque Marcarini y llegaron los problemas, ace incluido hasta el 20-19. Dos errores consecutivos de los cátabros apagaron el posible incendio, Moisés bloqueó y Jorge Fernández cerró.

El gallego estableció el 25-22 definitivo con el que los ahorradores se tomaban ventaja y ganaban en tranquilidad, lo que se vio reflejado en un segundo set que, con todo, tuvo el 0-2 como inicio. Un ace de Jorge Fernández igualó a tres y los verdes tomaron delatera con un buen juego estable, también agrandada la brecha por la cadena de errores de los visitantes. El saque de Ferreira fue un lastre insalvable (16-10 con bloqueo de Bakonji), y también el de Moisés acto seguido (19-13 con penalti de Bakonji). Víctor Rodríguez se fue al ataque para acelerar el final, al que se llegó co 25-19 con un fallo en el saque de Textil Santanderina, muestra de lo que había sido demasiado habitual en el set.

Se llegó a la tercera manga con necesidad de convencer para cerrar los tres puntos, pero las cosas no salieron como se hubiera querido. Sí, se ganó por la vía rápida, pero se tuvo que sufrir frente a un rival mejor asentado, con Pantaleao eficaz en ataque y con mayor orden. De hecho, sus errores fueron una gran ayuda cuando se estuvo en una situación delicada. Se comenzó con un pulso de igualadas sucesivas, algo de delantera verde, lo que se rompió con una roja a Juanmi González, enfadado consigo mismo por una acción y cuyo gesto fue sancionado de modo contundente. Era el 7-9, en ese tramo por atrás en el tanteo hasta que Moisés Cézar fue de nuevo al servicio.

Bakonji bloqueó el 14-14 y Jorge Fernández puso a los ahorradores de nuevo por delante con el 15-14, si bien llegaron las imprecisiones y otra vez los cántabros dieron un paso al frente para ponerse 18-20. Víctor Rodríguez pluso el 20-21, Moisés Cézar el 22-21, y de un posible empate a 22, una red supuso el 23-21. El error pasó factura a Textil y así se llegó al 24-21, como después pasó con el 25-22 final. Buen equipo el de Cabezón de la Sal, no pudo alzar el vuelo en el Moisés Ruiz, sirviendo de gran ayuda para Unicaja Costa de Almería en su trabajo de rearme y su acumulación de minutos de calidad y de minutos de sufrimiento, contado con la sabida baja de Paquillo y las serias molestias de Ferreira.