Voleibol

Unicaja quiere vivir otra gran noche europea

  • Los blanquiverdes, pese a llegar a la cita con ventaja por su victoria en Kuressaare, deben volver a ganar para citarse más que posiblemente con el gigante Milán (20:30)

Celebración de un punto en la ida.

Celebración de un punto en la ida.

Viejos ecos del Rafael Florido han subido la avenida del Mediterráneo para resonar en el Moisés Ruiz. Se espera lleno, se sabe que la afición no va a fallar, se cree que el resto de la ciudad va a responder premiando el esfuerzo que se ha derrochado en pos de ofrecer la mejor imagen posible de la misma, de toda la provincia, de toda Andalucía y del voleibol español. Unicaja Costa de Almería, tras siete años sin estar, se quiere quedar para ‘invitar’ a una ronda más, para traer hasta esta la España del voleibol a un gigante, a un equipo italiano, algo que no sucede desde hace mucho, demasiado tiempo. Pero lo que ofrece en este jueves no es poco, ni mucho menos. Lo que el club ahorrador trae es un auténtico espectáculo, un partidazo de los que es difícil ver regularmente, puesto que se va a encerrar en la cancha con un miura.

El símil español encaja por la fuerza y el bravío del rival, el Saaremaa VK, y por los cuernos de los cascos vikingos que antaño hacían incursiones y se asentaban en la isla estonia. En medio, los árbitros internacionales que llegan a Almería procedentes de Albania y de Grecia. El primero es Konalsi Gjoka y el segundo se llama Emmanouil Georgiadis. Griego es también el entrenador visitante, Ioannis Kalmazidis, en su primer año al frente de las huestes vikingas, auxiliado por dos segundos entrenadores, los locales Märt Pajusalu y Gardo Maruste.

Desde debajo de un cielo completamente encapotado irremediablemente entre los meses de octubre a abril, y de unas temperaturas en negativo o muy tímidamente en positivo en esta época del año, el Saaremaa VK y su gente se encontrarán con la maravilla climatológica de la frontera sur con el continente africano. Almería vuelve a tener más presencia en el mapa de Europa gracias al voleibol, una obviedad que apuntala aun más que ha sido un acierto de las administraciones apoyar esta vuelta a competición europea. Pocos clubes de los que ahora luchan por ganar la CEV Challenge Cup tienen el currículum, la trayectoria, del almeriense, pero esa historia no juega este jueves, sino el presente, esperanzador y motivo de orgullo.

En ese sentido, el hoy por hoy dice que el Moisés Ruiz puede llenarse tras demasiado tiempo sin hacerlo, puesto que las peticiones llegadas hasta la sede de la entidad verde, el runrún de la calle, la ebullición ocasionada en las redes sociales tras el partido de la ida y la Copa del Rey, así lo hacen pensar. Claro está que todo ello reside en que plantilla y cuerpo técnico de Unicaja han sabido reconquistar corazones llenándolos de orgullo. El elogio no se gana tan fácil, y de hecho ha costado sacrificio y esfuerzo, tirando de una enorme profesionalidad para obtenerlo. Ahora, en las horas previas, todo eso debe traducirse en entradas agotadas, sabiendo jugadores y técnicos que su afición no va a fallar, tal y como ellos van a procurar hacer frente a un equipazo al que hay que volver a ganar, misión muy complicada.

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