MÁLAGA CF | UD ALMERÍA

Victoria para creer y crecer

  • El Almería asalta La Rosaleda remontando un penalti inexistente

  • Gran partido de Iván Martos, Adri Montoro, Yan Eteki, Chema o Sekou

Triunfo balsámico el logrado anoche en La Rosaleda por un Almería que se vale de la Copa del Rey para ir despejando ciertas nubes que asomaban por el horizonte tras cuatro jornadas ligueras sin ganar. El equipo demostró alma y espíritu para remontar un duelo que se le había puesto cuesta arriba por mor de otro fallo arbitral en contra, en esta ocasión en forma de penalti inexistente que el colegiado vasco Gorostegui Fernández se sacaba de la manga al borde del descanso a favor del Málaga.

Hicham se tiraba a la piscina y Héctor Hernández aprovechaba el regalo arbitral para adelantar a los suyos desde los once metros golpeando al centro mientras Fernando se vencía antes a un lado. El gol local se producía en el 45', el denominado minuto psicológico por el impacto que supone irse así a vestuarios. Pero este Almería de menos habituales no se arredró en Málaga y tiró de orgullo para levantar un marcador adverso y la eliminatoria.

El Almería supera su primera eliminatoria copera por primera vez tras dos años aciagos

Todo se cimentó en el buen trabajo grupal, trufado por el inconmensurable partido cuajado por jugadores como el canterano Iván Martos (latigazo al larguero incluido), el debutante Adri Montoro (autor del 1-2), el camerunés Yan Eteki (una auténtica trilladora en la zona ancha), el superclase Chema (dictó el son al que se jugaba) y un Sekou que nada más saltar al campo demostró que a hambre no le gana nadie provocando y convirtiendo el penalti del 1-1.

Sería injusto desmerecer al resto en un triunfo coral, pero esos efectivos en concreto rompieron el molde. En particular el senegalés, que nada más sustituir a un impávido Caballero forzó tarjeta amarilla para su marcador Boulahroud y en la acción siguiente peleó con fe un rechace de Kieszek dentro del área a remate de Chema y Abqar lo rebañaba sin miramientos. El atacante, que el curso pasado se ganaba el pan en Tercera, pidió el balón para sí y lanzó con tan mala fortuna que el meta polaco le adivinó la trayectoria, pero por suerte el rechace le caía a los pies para empujarla a gol.

La igualada estaba conseguida y el Almería siguió creciendo con Chema pidiendo todos los balones y echándose el equipo a las espaldas cada vez que la situación lo requería. De una falta del sevillano partía igualmente la acción del 1-2 , llegando el balón al costado izquierdo para que Rioja diera el pase de la muerte atrás y Adri Montoro remachase desde segunda línea.

En la zona técnica Fran Fernández tomaba buena nota de lo que veían sus ojos de cara al siguiente choque liguero frente al Zaragoza y no sería de extrañar que para entonces reclute a varios de los futbolistas que ayer asaltaban La Rosaleda con un fútbol sin complejos de inferioridad ante un rival de su categoría.

Una victoria para creer y crecer que debe marcar el camino y la hoja de ruta a seguir de ahora en adelante, apostando por la gente que verdaderamente se lo gana sobre el terreno de juego en detrimento de otros futbolistas que empiezan a dormirse en los laureles.

A Fran Fernández le toca gestionar ahora las modificaciones necesarias introduciendo los cambios adecuados y a la vez manteniendo en el once a quienes hayan hecho merecimientos para lograr ese Almería ganador que se ha echado en falta en los primeros envites ligueros. Hay margen para la esperanza.

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