Voleibol

La ambición de Macarro devora voleibol a todas horas

  • El joven central se siente “muy cómodo en Unicaja Almería”, un club al que ha venido “para aprender de dos de los mejores centrales que hay en la Superliga”

Macarro celebra un punto

Macarro celebra un punto / Diario de Almería (Almería)

En na Capellera jugó el segundo set dejando un 100% de ataque sobre tres bolas servidas por Rubén Lorente y además hizo un punto de bloqueo, y si bien ese fue el que se cedió a los locales en su momento de máxima intensidad. Dejó muestras de que su aportación a Unicaja Almería está siendo determinante para que de una manera paulatina se vaya creciendo como equipo, dado su carácter sobre pista y su actitud siempre constructiva para un grupo en el que nadie tiene puesto seguro: “Al final todo el mundo quiere jugar, y Manolo lo único que quiere es, aparte de dar oportunidad a todos, que juegue el que mejor esté físicamente, el que mejor haga las cosas técnicamente, el que mejor esté para el equipo, yo creo”.

La finalidad común no es otra que “poder ganar y sacar tres puntos de cualquier partido”, eso vaya por delante siempre, y para ello se sigue un día a día que va dando sus frutos: “Creo que cada vez nos estamos conjuntado mejor, entrenando muy bien, y eso se nota; de hecho, hay una diferencia respecto a la pretemporada, cada semana se están viendo cositas en el equipo que van a mejor, si bien está claro que todavía nos queda mucho que hacer y mucho que entrenar, pero poco a poco, y ahora que tenemos un partido importante aquí en casa esperemos jugarlo bien y sacar los tres puntos”. Al menos de Mallorca se trae una buena lectura para ir a más, “estoy contento con el set que jugué”, asegura mientras prepara Melilla.

Y es que es un estudioso del voleibol que llega al vídeo técnico con la tarea hecha en la parte que le corresponde: “Intento por lo menos que no me pille el entrenador y medio sabérmelo –entre risas-, no estudiármelo, al final es un poco de sentido común, pero la verdad, tener las cosas claras al menos en la lectura de bloqueo, saber lo que vamos a coger a cada equipo, a cada jugador, y lo cierto es que hay que preparárselo”. Luego, bebe estadísticas: “A los centrales se nos piden un alto porcentaje de acierto, en uno contra uno hay que puntuar entre el 60 – 70% de las bolas, y al final en na Capellera pude atacar tres, fueron punto e hice un bloqueo; las estadísticas después del partido siempre es bueno verlas”.

En ellas se apoya para sobre todo “ver qué has hecho bien, qué has hecho mal, cómo está el equipo, qué debemos mejorar un poquito… la verdad es que todo el mundo se fija en ellas y nosotros cuando no estamos entrenando siempre estamos hablando de vóley, de partidos, del último partido, del de la semana que viene… al final es nuestra vida”. Daniel Macarro insiste en la idea de que “al final todo el mundo que juega al vóley habla de vóley, ve vóley”, siendo el ejemplo cercano que ha utilizado para confesar que le gusta verlo, el de competición europea: “Ahora la Champions, con Teruel además; un equipo español que esté en esa competición siempre es bonito verlo”. Sus poros transpiran voleibol.

Por eso el central madrileño es feliz en Almería, en donde insiste que ha venido a aprender y crecer: “La competencia siempre es buena y al final, cuanta más tienes más te autoexiges para hacerlo lo mejor posible, es mucho mejor que no tenerla o tener el puesto regalado, y por supuesto que sí estoy muy contento aquí, muy a gusto, la cierto es que tanto la ciudad, como los compañeros, como el entrenador, como el cuerpo técnico, que es un cuerpo técnico muy bueno, me hacen que me sienta muy cómodo aquí”. Y como jugador, “lo único que quiero es aprender de Manolo, de mis compañeros, de los más veteranos, y sobre todo de los centrales, de Borja y de Parres, que ya tienen una experiencia como jugadores”.

Esa es la actitud que ha guiado a este joven a ser casi veterano también: “Al final llevo seis temporadas jugando en Superliga pero tengo 24 años, así que todavía me queda mucho por aprender y sobre todo de dos de los mejores centrales que hay en la Superliga, y solo quiero eso , aprender, que sigan enseñándome y coger las cosas buenas que tienen”. Pero el de Colmenar Viejo no deja de lado su gran ambición, la necesaria para que todo eso que desea se cumpla, y añade “ganarme el puesto y seguir jugando”. Sobre Melilla, el central confiesa que “creía que iba a empezar muy mal en el partido contra Vecindario, creía que les iba a costar más, y al final sacaron dos puntos”. Se lo toma como un aviso de algo que era esperado.

No se parecerá al que vino en pretemporada: “Con el poco entrenamiento que han tenido no tiene nada que ver el equipo que había antes con el de ahora, van a salir a pelear y no va a ser nada fácil, pero depende de nosotros, que juguemos bien, que no se nos vaya la cabeza y que consigamos los tres puntos”. En la grada pide la misma animación que hace quince días: “Melilla no es Teruel, por ese morbo de la rivalidad, pero y espero que se llene el pabellón; la primera semana estuvo muy bien, la gente animó muchísimo, y cada vez intentaremos llenarlo poquito a poco”. El madrileño reconoce el interés que ha despertado el equipo, lo que convierte en responsabilidad: “Se ha hecho un bloque para ganar títulos y a la gente le gusta”.

Por último, y en referencia al partido del pasado fin de semana, sabe que es alivio habérselo ‘quitado de encima’ ya: “No había jugado allí pero sí que lo conocía por haber ido a ver a los compañeros de Manacor de Superliga 2 del año pasado, y es muy complicado, muy pequeño, con la grada siempre al 100% animando, pero al final pudimos sacar los tres puntitos sabiendo que sobre todo algún set o un par de sets de equipos grandes se van a escapar, seguro; es muy difícil jugar allí y alguno de los favoritos va a perder algún punto; además ahora quieren fichar a un colocador y mejorarán; la ida allí es más complicada; en casa será más llevadero”.

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