Ana Belén Sánchez firma una nueva gesta en el Maratón de Chicago

De Olula del Río a Chicago para terminar consiguiendo un récord personal en una de las maratones más importantes del mundo y ser la española más destacada de su grupo de edad. Es la historia de Ana Belén Sánchez Acosta. La almeriense regresó a Estados Unidos para afrontar una nueva aventura junto con su pareja, Juan José Sánchez. Un viaje que no pudo tener más inconvenientes, ya que se alargó más de 48 horas.

El plan era viajar de Almería a Alicante, ir a Madrid y volar a Chicago. Sin embargo, las cosas se torcieron por las lluvias torrenciales que afectaron al sureste español, por lo que perdieron el vuelo a Estados Unidos. La compañía aérea los reubicó en otro avión destino a París, escala para llegar a la ciudad norteamericana. Otro retraso para llegar a Francia supuso un nuevo retraso. A la tercera fue la vencida, con un trasbordo en Nueva York, lugar en el que la olulense consiguió terminar entre las veinte primeras españolas hace solo unos meses.

“No sabíamos si nos iba a dar tiempo a llegar para recoger los dorsales, ya que son intransferibles y solo se pueden obtener en persona con tu identificación. Sin dorsal, todo el trabajo previo que has hecho de entrenamientos, madrugones y sacrificio personal se pierde”, comentó la corredora en declaraciones a Diario de Almería. No obstante, no hubo problemas y ambos estaban listos para afrontar este desafío después de una verdadera odisea.

Una marca de 3:24 horas

Un momento de indecisión, pero que dio paso a un proceso psicológico para encarar la prueba: “Cuando llegamos a Chicago, logré resetear y me dije a mí misma que iba a disfrutar la experiencia y darlo todo”. Una vez más, la pareja almeriense corrió junta, ya que “conseguimos muchas más cosas que yendo separados”. Ana Belén asegura que “los primeros treinta kilómetros son de mucha euforia, pero a partir de ahí hay un trabajo mental”, especialmente si “te has marcado unos objetivos”. En los dos últimos kilómetros, el apoyo de su pareja fue fundamental: “Me decía todo el trabajo que habíamos hecho”. Al cruzar la meta, la almeriense paró el crono en 3:24 horas, su mejor marca personal hasta la fecha. De su grupo de edad, participaron 2.600 mujeres y ella quedó la 162, pero fue la española con mejores resultados.

“El ritmo de la carrera fue de 4:46 minutos el kilómetro. Yo tengo 47 años, por lo que para mí es algo impensable. Estoy muy contenta de recoger los frutos de tanto sacrificio y esfuerzo. No somos deportistas de élite, sino personas normales que tenemos nuestro trabajo y nuestras obligaciones familiares”, destaca. Por último, Ana Belén pone en valor el papel de su familia, que siempre es “un apoyo constante” para vivir este tipo de vivencias que están marcando sus últimos años.

Sus próximos destinos serán Barcelona, con la media maratón de febrero; Lisboa, para correr 21 kilómetros en el mes de abril; y la maratón de París. Después, el objetivo es estar presentes en Berlín, en uno de los clásicos del calendario del atletismo mundial. “Tengo ese gusanillo. Nos gusta mucho el deporte y soy una persona muy competitiva que siempre quiere mejorar. La distancia de un maratón te obliga a tener un trabajo psicológico contigo mismo. Vas pasito a pasito”, concluye la almeriense.