UD ALMERÍA | El Acta de Vivancos

Sin arietes no hay paraíso

  • Se le regaló en bandeja de oro un tanto al Lugo al comienzo y se le anularon dos tantos a la UDA que habrían subido al marcador sin el roce estéril de los brazos de Ramazani y Babic

Pese a la derrota, el equipo dejó buen sabor de boca en Lugo

Pese a la derrota, el equipo dejó buen sabor de boca en Lugo / LFP (Lugo)

Buen sabor de boca. Esa sensación me dejó el choque de la UDA en Lugo. No creo que tantas dificultades puedan unirse de nuevo en contra de un conjunto en un partido que en realidad comenzó a jugarse el año pasado. Sí, el haber suspendido injustamente el encuentro en su fecha original fue la primera piedra en el camino para una UDA que, aun con todos los obstáculos habidos y por haber, casi logra puntuar.

Se aplazó el partido saltándose La Liga a la torera el reglamento, para luego programar el choque en una fecha claramente perjudicial para la UDA. Al menos, y dada la arbitrariedad inicial, se podía haber fijado el encuentro al término de la Copa de África. Así, en teoría la UDA hubiese podido contar con todos sus efectivos, tal y como iba a suceder en esa última jornada de la primera vuelta. Desconozco si la directiva rojiblanca presionó para ello o se dejó llevar.

En medio de la vorágine, se sucedieron las lesiones de Sousa y de Villar como consecuencia indirecta del Covid, al querer forzar de más tras el obligado parón. Para rematar la faena, se le regala en bandeja de oro un tanto al Lugo al comienzo y se le anulan dos tantos a la UDA que habrían subido al marcador sin el roce estéril de los brazos de Ramazani y Babic. Aun así, casi se empata al final después de dominar todo el choque y de pasar Fernando inadvertido durante la primera mitad pese a llegar al descanso con dos tantos en contra, pues el Lugo apenas pisó el área rojiblanca.

Dicho esto, varias consideraciones habrá que extraer, ya que ante el decisivo partido frente el Eibar los tres puntas seguirán en el dique seco. Puede que Villar entrase en la convocatoria, pero a buen seguro que el onubense ocuparía plaza en el banquillo. Dos circunstancias saltaron a la vista: la primera es que la UDA de Rubi necesita cuatro centrocampistas para volver a la senda del equilibrio encontrado tras la derrota en Ponferrada.

Situaciones como la del regalo de un delantero como Appiah en zona de medios, difícilmente acontecerían. La segunda tiene que ver con Ramazani. El belga, con metros por delante, es casi imparable, y eso se vio cuando retrasó su posición tras la entrada de Caballero. Un poco tarde, pero de ariete Ramazani pierde gran parte de su capacidad de sorpresa. Con estas llamadas de atención, dentro de la desventaja a la que se sigue viendo sometida la UDA desde aquel injusto aplazamiento y a la plaga de positivos en su plantel que ha interrumpido la buena dinámica, se podrán buscar soluciones para el próximo lunes.

De hecho, está la posibilidad de jugar sin un punta de referencia, con irrupciones en constante movimiento desde la segunda línea. No es el momento de jugar a hincha descerebrado en busca de polémicas absurdas debido a un bache provocado por factores externos. Tampoco habría que ejercer de periodista nacional desinformado de la situación padecida por los de Rubi. Más bien hay que estar con este cuerpo técnico y con este grupo de jugadores que siguen teniendo a la UDA como líder destacado y hay que rebuscar soluciones prácticas mientras se reincorporan los puntas de la plantilla. Y es que sin arietes, difícilmente hay paraíso.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios