La actividad de la enfermería celeste está siendo está semana más frenética que nunca. Y es que al ritmo habitual de lesiones que pueden venir derivadas del trabajo diario y de los encuentros, ayer se le sumó en la plantilla celeste una circunstancia que se es espera que no se convierta en preocupante estos próximos días, un virus intestinal.

Molina, Azcárate y Gomis han sido de momento los damnificados por este tema. Los dos primeros no pudieron llevar a cabo la sesión de trabajo de la mañana de ayer al encontrarse con problemas estomacales. Es más, en el caso de Azcárate, el argentino tuvo que marcharse de Santo Domingo al ver como se encontraba con fiebre.

Y en el caso de Víctor Gomis, que trabajó más o menos con normalidad durante la mañana, los síntomas empezaron a aparecer por la tarde, empezando a hacer que exista una cierta preocupación por el hecho de que este virus no afecte a ningún jugador más de la plantilla.

Y al margen de esta circunstancia, hay otra serie de jugadores que también arrastran problemas de diverso tipo.

Uno de ellos es Antoñito, que no pudo jugar en Granada debido a una elongación en el bíceps femoral de su pierna derecha. El sevillano ha tenido buena evolución a lo largo de esta semana y hoy se espera que pueda volver a entrenar con el grupo.

Y, precisamente eso, entrenar junto a los compañeros, es lo que hizo ayer Chico. El jugador celeste volvió al trabajo al haber superado ya su lesión de hombro y ahora inicia una nueva fase, la de la puesta a punto.

Así que, como se puede comprobar, hay bastante ajetreo para el doctor González, que tiene asegurada la compañía, durante al menos un mes más de Castillo debido a su lesión en el peroné.