San Antonio de Padua

El equipo recupera el pulso a domicilio

  • La histórica victoria en Los Pajaritos es la 8ª lejos de casa tras 66 desplazamientos desde el descenso en 2015

Chema por los suelos en el estadio de Los Pajaritos, donde contribuyó al primer triunfo de la temporada a domicilio marcando el 0-2 partiendo desde el banquillo.

Chema por los suelos en el estadio de Los Pajaritos, donde contribuyó al primer triunfo de la temporada a domicilio marcando el 0-2 partiendo desde el banquillo. / lfp

Si ganar en Segunda es difícil, hacerlo lejos de casa complica mucho la empresa. Por eso la victoria del domingo en Los Pajaritos es para saborearla bien. En primer lugar porque rompe una racha histórica, la que decía que el Almería no había ganado nunca en el feudo soriano. En segunda instancia porque el equipo encadena tres triunfos seguidos (sumando la salida copera a Málaga y el de Zaragoza) y porque se aprueba la asignatura pendiente de ganar a domicilio.

La cuestión no es baladí si se atienden los registros rojiblancos desde que allá por 2015 el equipo descendiera de Primera División. El 0-2 ante el Numancia representa el octavo triunfo entre nada menos que 66 desplazamientos efectuados desde entonces.

8Triunfos en 66 salidas. Los logrados por la UD Almería desde el descenso de Primera en 2015

Especialmente cruenta en lo que a salidas se refiere fue la temporada del retorno a la categoría de plata. Tanto es así que en la 2015-2016 el equipo únicamente fue capaz de imponerse a la Ponferradina en El Toralín. Recordado es aquel 1-3 con Néstor Gorosito en el banquillo, el tanto de Juan Ramírez y el doblete de Quique González por lo que a la postre supuso para la salvación.

El escenario no mejoró en la campaña 2016-2017. Hubo que esperar hasta la jornada 28ª para obtener un triunfo que curiosamente se produjo con Fran Fernández al mando durante su primera interinidad, derrotando al CD Lugo en el Anxo Carro por 1-2 con goles de Fidel y nuevamente Quique González. Aterrizado Ramis se logró ganar en Tarragona por 0-1 con tanto de Kalu Uche (jornada 32ª) y cuatro partidos después, en la 36ª, se dio cuenta del Elche en el Martínez Valero (2-3) con tantos de Ximo Navarro, Borja Fernández y otra vez Quique González.

Tres victorias pírricas en 21 desplazamientos efectuados, cifra que iba a repetirse durante el curso pasado. El arranque con Ramis fue prometedor en ese sentido al tumbar al Nástic en el Nou Estadi por 0-1 con gol de Pablo Caballero. El tanto del argentino y el buen resultado fuera resultaron un espejismo, ya que no volvió a ganarse hasta la 25ª jornada, con Lucas Alcaraz como nuevo inquilino del banquillo, remontando en el Artés Carrasco de Lorca para el 1-2 final con tantos de Rubén Alcaraz y Caballero.

Apenas dos jornadas después el preparador granadino firmaba el triunfo más abultado a domicilio con un 0-3 en el Ramón de Cisneros ante un Sevilla Atlético que, al igual que el Lorca, acabaría consumando el descenso con muchas jornadas de antelación, mientras que el Nástic, el otro rival batido, peleó hasta el final por la permanencia.

Todos estos datos ponen en dimensión la hazaña lograda en Soria por la tropa de Fran Fernández porque además se hizo desde el convencimiento pleno a un estilo de juego que prima el colectivo por encima de cualquier divismo personal, que no escatima el esfuerzo y que va con fe a presionar al contrario. Se antoja la primera de muchas.

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