Fútbol | Segunda RFEF

El feliz año nuevo del Poli El Ejido (1-0)

  • Los celestes arrancan la segunda vuelta con victoria ante el filial del Betis, la segunda en casa de toda la temporada, que los acerca a la zona de permanencia

  • Juanje coronó una buena primera mitad de los muchachos de David Cabello con el gol que valdría a la postre los tres puntos, que han de suponer un aldabonazo de moral para los ejidenses

Mario Mendes fue una peasilla para la zaga bética.

Mario Mendes fue una peasilla para la zaga bética. / D. A.

El 2023 comienza bien para el Polideportivo El Ejido, quien formó este domingo su segunda victoria del curso en casa y pone así fin a la mala dinámica que lo lastró hasta la zona de descenso al término del pasado 2022, que despidió con cuatro jornadas seguidas sin ganar. Los celestes doblegaron a un buen rival como el filial del Real Betis merced a un buen trabajo colectivo, muy ofensivo y coronado por el gol en el primer tiempo, y más defensivamente efectivo tras el descanso para lograr mantener el preciado botín. Bastó el gol de Juanje en el 44' para, aunque no salir del descenso, al menos ubicarse a tiro de piedra de la zona de permanencia.

Tal como ya se vaticinaba en la previa del partido, Cabello no pudo contar de inicio con su mejor hombre, o al menos el único que se ha mostrado determinante en la primera mitad de la liga, un Álex Escardó que se retiró el jueves del entreno con un problema muscular y que al menos sí pudo comparecer en el banquillo, lo que invita a pensar que no sufrió males mayores. El míster apostó por Neto de inicio en la derecha y ubicó a Héctor Martínez en el otro lateral, dejando en el banquillo tanto a Álex Robles como a Manu Moreno. En el eje de la zaga jugó con Cristian Moreno y Javi Mérida. Arriba, en la nueva configuración sin Escardó apareció el chisposo Mario Mendes por un flanco y Juanje por el otro, con Alberto Fuentes por el medio y Juancho de referencia.

Y lo cierto es que Mendes fue de los hombres más destacados, sino el que más, de la primera parte, un periodo en el que el Poli hizo lo que se espera de un equipo con sus características y en sus circunstancias: quiso ser protagonista del juego, tuvo una vocación clara y constantemente ofensiva, realizó una buena presión para recuperar pronto el cuero, llegó al área y gozó de alguna opción de gol de entidad. Y además de todo eso, y es algo realmente novedoso por desgracia en la temporada (y sobre todo en el Santo Doingo), no cometió ninguna desatención grave atrás y fue capaz de anotar un gol que, para más inri, ha de catalogarse como psicológico, al llegar justo al borde del descanso, obra de Juanje.

El trabajo del Poli fue de 'hormiguitas' y seguramente la mayor virtud demostrada en el primer acto fue la constancia. Con el paso de los minutos logró someter al Betis a base de mucha posesión y verticalidad, con un Mendes que fue igualmente ganando confianza durante el juego, muy activo en todo momento, y muy buenas intervenciones de la práctica totalidad de futbolistas. El gol pudo, de hecho, llegar muy pronto, pues la más clara de todo el primer tiempo la generó Alberto Fuentes en el 8', con un buen envío al segundo palo, por donde entraba Mendes algo forzado, sin que fuera capaz de meterla en la jaula.

Juancho probó con tiro desde fuera al cuato de hora, y se le fue fuera por poco, y en el 17' de nuevo Mendes generó peligró al ingresar en el área con el cuero, pero su par logró enviar a córner in extremis. Fue este uno de los periodos de más agobio celeste, junto al generado en el tramo final del primer tiempo. Lo coronó otra clara de gol, desaprovechada por Juancho en una contra, al que se le apagó la luz antes de que hubiera asistido a Mendes, en buena posición (21').

Las llegadas al área o a sus inmediaciones fueron constantes de los celestes, ayudados por un buen trabajo en la presión y la recuperación, lo que hizo que el Betis, que se mostró en todo momento incómodo, cometiera algunos errores en la salida de balón. Juanje pilotó una contra en el 24', pero Neto no llegó a rematar su envío, y acto seguido respondió el Betis con una llegada de Busto. Los verdiblancos hasta ese momento (25') no habían inquietado a Godino, ni prácticamente volverían a hacerlo en el primer tiempo.

La balanza se decantó claramente del lado local en el último tramo antes del descanso, que se inauguró con una clara petición de penalti sobre Juanje en el 32', no atendida por el colegiado. La tuvo muy clara el Poli en el 41', en otra llegada de Mendes con bicicleta incluida y centro al área al que no llegó Juancho por un pelo.

El Poli había merecido de sobra irse al descanso con ventaja y, seguramente como una alegoría de lo que se espera de este nuevo año en la caseta celeste tras su mala primera vuelta, logró anotar un gol tan importante para la moral de sus jugadores gracias al acierto de Juanje, quien pisó el área con el cuero controlado y tuvo la templanza oportuna para cruzarle el cuero a Vieites.

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Cabello dejó en la ducha al tarjeteado Héctor Martínez y dio entrada a Manu Moreno en el lateral zurdo tras el descanso, evitando así cualquier riesgo de expulsión. Su homólogo bético hizo lo propio con Tassembede, quien ya se la había jugado en la primera parte teniendo una amarilla en la acción reclamada como penalti por el Poli.

El Betis mostró su intención de revertir la situación desde el inicio de la reanudación y le disputó la posesión al Poli, aunque serían los ejidenses los primeros en chutar sobre el marco rival, un disparo de Alberto Fuentes desde dentro del área que se quedó el portero (50').

Los verdiblancos adelantaron líneas y parecían otros. En el 52' pidieron penalti tras la caída de Dani Pérez en el área, en un periodo de cierto agobio para los celestes, sabedores no obstante de que iban a tener más espacios para correr e intentar remachar el asunto a la contra, dado el paso adelante claro del filial bético. En esta segunda parte el fuerte viento de Poniente soplaba en contra del Poli, un factor a tener en cuenta y que le había favorecido en la primera mitad.

Iba a tocar estar muy atentos atrás y defender bien los intentos béticos, de eso no cabía duda. Neto ayudó en el 64' sacando una buena intentona del rival, que había comenzado a atacar coon muchos efectivos. También ayudaría quitarle el cuero a los sevillanos e intentar dormir lo máximo posible el partido, dado el apreciablo botín del que se disfrutaba por la mínima.

Se entró así en el último cuarto del partido y la sensación era que se tenía completamente en la mano la opción de doblegar a un rival mucho mejor clasificado y comenzar el año de forma totalmente feliz.,. aunque ni mucho menos estaba hecho.

Cabello refrescó a su equipo con Caio y Cristóbal por un ovacionado Mendes y José Carlos. Y apenas cuando llevaba unos segundos sobre el campo, Caio gozó de una enorme ocasión de gol en un mano a mano con Vieites, que el sudamericano no logró definir. Habría sido la sentencia (73').

El examen trascendental para los ejidenses se presentaba en el último cuarto de hora del choque: tenían que demostrar el oficio y la consistencia necesarias para amarrar puntos tan importantes en todos los aspectos, ya fuera apuntillando el partido con el segundo gol o manteniendo la renta.

La tuvo Juancho en el 77', en un balón al que llegó in extremis el portero visitante fuera de su área. Godino tuvo que despejar a córner una falta envenenada por el viento poco después (83') y el agobio verdiblanco se acentuó por momentos, para nerviosismo generalizado de todo Santo Domingo. No obstante, fue más por la acumulación de hombres y lo corto del resultado que por peligro real generado, logrando los ejidenses llegar al ginal con su ventaja intacta.

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