Hace dos temporadas, los Philadelphia 76ers luchaban por evitar un histórico récord negativo en la NBA. Actualmente, son un equipo competitivo en los play off y, por qué no, un aspirante al título de la mejor liga de baloncesto. El radical cambio obedece, en gran medida, a dos nombres propios: Joel Embiid y Ben Simmons. Fichados en el draft en los últimos años, las jóvenes figuras han convertido a los 76ers, de la noche a la mañana, en uno de los mejores equipos de la liga.

Los 76ers acabaron la temporada regular como el tercer mejor conjunto de la Conferencia Este y el quinto de toda la liga con 52 victorias y 30 derrotas. Dos triunfos más que, por ejemplo, los Cavaliers de LeBron James. En la campaña 2015-2016 la franquicia de Filadelfia sumó apenas diez triunfos y finalizó el curso, de lejos, como el peor conjunto de toda la liga.

El camerunés Embiid y el australiano Simmons, sin embargo, lograron dar un giro de 180 grados al equipo. "Son dos animales. Están jugando a un nivel muy alto en estos momentos", los elogió Stephen Curry, la estrella de los Warriors. "Sus historias son fantásticas para la liga", añadió.

Simmons, ala-pívot de 21 años, fue adquirido por los 76ers en la primera ronda del draft del 2016. En la 2016-2017 no pudo jugar por una grave lesión en el pie, pero esta campaña promedió 15,8 puntos, 8,2 asistencias y 8,1 rebotes en la fase regular. Logró, además, 12 triples-dobles, convirtiéndose en gran candidato para el premio al mejor rookie de la NBA. "¿A quién daría el premio? A mí, desde ya. Creo que tenido una actuación sólida a lo largo de todo el año", dijo Simmons.

También la carrera de Embiid estuvo marcada por las lesiones. El camerunés, de 2,13 metros de altura, fue elegido en el tercer lugar del draft de 2014. Sin embargo, diversas problemas físicos, también en el pie, le impidieron jugar con regularidad las pasadas temporadas 2014-2015 y 2015-2016.