-¿qué balance hace del trabajo realizado anteriormente como Almería en corto?

-El Festival de Almería ha alcanzado un importante nivel durante toda su historia, siendo uno de los más importantes de su género a nivel nacional, e incluso internacional. Ha superado los difíciles años de la crisis, gracias a la apuesta de la institución organizadora la Diputación de Almería y a los recursos económicos y humanos que en él se emplean y que lo han hecho crecer.

-Ahora se convierte en Festival de Cine, ¿cree que la ciudad y la muestra tienen entidad suficiente para esta denominación?

-Almería es una tierra vinculada al cine que tuvo una época de esplendor y que en los últimos años ha vuelto a resurgir como plató de rodajes a nivel internacional. Era lógico por tanto que tuviera un evento cinematográfico a la altura de los nuevos tiempos, que sin renunciar a los logros alcanzados en su etapa anterior, evolucione y se vuelva más ambicioso pero siempre teniendo en cuenta los cortometrajes a nivel internacional. En este sentido, la apuesta por el largometraje a través de secciones como Ópera Prima, resultan lógicas al tratarse de la evolución natural que tienen los directores de cortometrajes en un determinado momento profesional. El Festival de esta forma mantiene su piedra angular pero se abre a atractivos proyectos cinematográficos como los que pudimos ver el año pasado en esa sección con obras como A cambio de nada o Techo y comida que se convirtieron en algunos de los títulos más importantes a nivel de premios y críticas la temporada pasada.

-¿Piensa que el cambio va a ser beneficioso?

-Por supuesto. El festival será un importante punto de encuentro de la industria cinematográfica durante una semana, siendo uno de los focos de atención del país. Se espera la visita de más de un centenar de profesionales de todos los campos, que además de participar en actividades puramente cinematográficas también podrán descubrir las maravillas de esta tierra de manera que puedan valorarla para próximos proyectos y generar tendencias de opinión.

-Cada vez más fuerza para el largometraje, ¿lo acogerá bien el público?

-Ya lo demostraron el año pasado en el que se duplicó la asistencia de espectadores a Ópera Prima. El espectador almeriense está muy formado y es muy cinéfilo, como se aprecia en todas y cada una de las actividades que el FICAL organiza a lo largo de todo el año. Además, este año hemos enriquecido la oferta con coloquios y proyecciones paralelas, abriendo un hueco también a los documentales.

-Siempre se dice que cuando termina una edición que se empieza a preparar la del siguiente año, ¿qué verdad hay en eso?

-Es una afirmación real, ya que siempre estamos al acecho buscando tal o cual película que nos pueda servir, contactando con sus productores y animándoles a participar. Lo mismo sucede con los invitados ya que muchas veces para que alguien nos acompañe ha sido fruto de muchas conversaciones desde bastantes meses antes.

-¿Es muy dura la confección de este Festival?

-Mentiría si te digo que no, lo que sí es cierto es que hay un gran equipo humano que pone todo su esfuerzo y voluntad en llevarlo a cabo. Ellos al igual que yo amamos el cine, y cuando te gusta lo que haces todo se hace mucho más llevadero. En mi caso mi trabajo es mi hobby.

-¿Qué es lo más complicado en la elaboración de la muestra?

-Conseguir que todo funcione a la perfección, cuadrar agendas, animar a los productores a presentar sus películas.

-¿Qué nivel existe en los trabajos a competición que se presentan?

-Un gran nivel sin duda. En cortometrajes se han presentando unos 1.700 trabajos de todo el mundo y en la selección final hay 5 preseleccionados al Goya, lo que da idea del nivel. Lo mismo podemos decir de Ópera Prima con títulos aún en cartel, combinados con otras propuestas casi inéditas.

-¿Cómo valora los homenajeados de este año?

-Estoy muy satisfecho. El Premio ASFAAN a Kiko Medina, un reconocido profesional almeriense enlaza con la industria local que cada día esta más unida a los rodajes que llegan. En cuanto a la promoción, la creación del Premio Filming Almería a Mar de plástico supone una muestra de agradecimiento a una producción televisiva que durante dos años ha llevado la imagen de la provincia a millones de espectadores, eso sin contar los recursos a corto plazo que han dejado en Almería. El Premio Almería, tierra de Cine tiene un doblete de lujo: José Coronado es un gran actor que está en su mejor momento profesional y Catherine Deneuve es un mito viviente del mejor cine europeo.

-¿Cómo responden actores, directores, presentadores... cuando se les propone participar en el Festival de alguna manera?

-Cada vez mejor. Este año sobre todo se aprecia que nuestra imagen es positiva y que la gente que ha venido otros años ha hecho una excelente labor de relaciones públicas hablando bien del Festival, lo que ha propiciado que tengan muchas ganas de venir.

-¿Qué le gustaría hacer que todavía no se haya hecho?

-Queremos seguir por la senda que hemos iniciado creando nuevas selecciones y actividades que permitan completar este ambicioso proyecto.

-¿Hacia dónde cree que crecerá FICAL?

-Es difícil de contestar. Nuestros objetivos se están consiguiendo dentro de un proyecto más ambicioso que tiene la Diputación, que sobre todo busca identificar Almería con el cine.

-¿Qué novedades son las que han incluido para darle mucho más empaque?

-Hay novedades como son los cambios. A nivel temporal adelantar la fecha de celebración y a nivel de espacios al recuperar el Teatro Cervantes capitalino, con lo que se pretende que el festival se integre en la ciudad. Ha aumentado la duración del mismo y el número de proyecciones, incrementando también las actividades paralelas. No hemos querido centrar las novedades en esta semana si no que durante meses se han realizado actividades.