Lando Norris, de simpático compañero de Sainz a flamante campeón del mundo de Fórmula Uno
Al final, lo logró. No sin sufrimiento. Pero este domingo, al acabar tercero el Gran Premio de Abu Dabi, Lando Norris (McLaren), segundo el año pasado, dio un paso al frente y se coronó campeón del mundo de Fórmula Uno. Cinco años después de que lo ganase por última vez para el Reino Unido el siete veces triunfal Lewis Hamilton.
Norris, nacido en Bristol hace 26 años, al fin lo consiguió. Con un coche ganador, pero frente a uno de los más grandes pilotos de la historia, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), campeón los cuatro cursos pasados; que lo contuvo en 2024 y que sólo hincó la rodilla, este domingo, en la última de las 24 carreras del año; a la que aún llegaba con posibilidades de capturar una quinta corona seguida y en la que no le sirvió lograr la victoria.
Tras finalizar segundo el campeonato de Fórmula 2 de 2018 -que capturó su compatriota George Russell, ahora en Mercedes- Lando debutó en F1 al año siguiente, ya con McLaren. Una escudería con la que acaba de disputar su séptima temporada; a la que, gracias a su subcampeonato del año pasado, le dio su primer título de constructores en 26 años; y a la que este domingo le ofreció su primer Mundial de pilotos desde que Hamilton ganase el de 2008.
Al igual que sucediera con Verstappen, el primer compañero de Norris en la F1 fue el español Carlos Sainz, que aterrizaba en el equipo de Woking después de haber debutado con Toro Rosso y haber pasado un año en Renault. En su primera temporada, Lando acabó undécimo el certamen, con el sexto de Baréin, que repetiría en Austria, como mejor resultado.
Al año siguiente, el último en el que compartió garajes con Sainz, uno de los primeros este domingo en abrazarle -con el que forjó una buena amistad a pesar de su rivalidad, tanto en pista como en los campos de golf- y que estuvo duramente marcado por la pandemia de la covid-19, logró el primero de sus 44 podios en la división de honor, al acabar tercero en Austria la primera prueba de un Mundial que acabaría noveno.
Durante las tres temporadas siguientes no mejoraría la sexta plaza general hasta que, finalmente, el gran salto cualitativo llegó en 2024. Después de haberse convertido en el piloto sin victoria con más podios (15), por fin pudo festejar su primer triunfo en la F1 en el Gran Premio de Miami (EEUU); el sexto de una temporada en la que se convirtió en alternativa a 'Mad Max' y en la que, con cuatro éxitos, cerró el curso con el subcampeonato.
Este año arrancó con declaración de intenciones, ganando, en Melbourne, el Gran Premio de Australia, la primera carrera del año. Luego fue su compañero, el australiano Oscar Piastri, el que tomó el liderato de un campeonato en el que Lando no logró su segundo triunfo hasta la octava carrera, en Mónaco, pero que cerraría con siete triunfos, elevando a once los que cuenta en la división de honor del automovilismo.
Con éxitos en Austria, Silverstone -ante su afición- y Hungría en tres de las últimas cuatro carreras antes del parón, Lando se fue de vacaciones a nueve puntos de Piastri; al que le arrebató el liderato tras ganar en Ciudad de México, el pasado 26 de octubre.
Sin embargo, el bajón de su compañero y rival coincidió con el brutal arreón final de Verstappen, que llegó a tener 104 puntos de desventaja sobre Piastri tras el Gran Premio de Países Bajos; pero que, al lograr en Qatar su quinta victoria en ocho carreras -en las que siempre subió al podio- llegaba con opciones al título a la última carrera. Metiéndole el miedo en el cuerpo a los de Woking: descalificados (por irregularidades en el fondo plano) en Las Vegas (EEUU) y protagonistas de una sonada pifia estratégica en Lusail.
Lando llegó a la capital de los Emiratos Árabes Unidos con doce puntos de ventaja sobre el súper-depredador neerlandés y con 16 sobre Piastri. Le valía con acabar en el podio y no se dejó intimidar por la exhibición del sábado de Verstappen, que elevó la presión con la octava 'pole' del año.
'Mad Max' ganó la carrera, pero el tercer puesto le valió a Norris para festejar su primer título. Este domingo, se convirtió en el undécimo británico en ganar el Mundial de Fórmula Uno. Y lloró; de emoción y de alegría.
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