Coincidiendo con el treinta aniversario de la creación del estatuto de autonomía andaluz, el curso de verano de la Universidad de Almería Las transformaciones sociales y económicas de Andalucía ofrece un recorrido histórico de la evolución de Andalucía en aspectos como la salud, la educación, la familia o las empresas. "Consideramos que era bueno hacer un repaso de Andalucía desde un punto de vista científico", nos explica en un descanso del seminario Antonio Pascual Acosta uno de los codirectores del curso junto al ex rector de la Universidad de Almería, Alfredo Martínez Almécija. "Estamos contando como estábamos y cómo estamos ahora porque es la única manera de plantearnos el futuro".

Le preguntamos a Antonio Pascual Acosta, (director del Centro Andaluz de Prospectiva, vicepresidente ejecutivo de la Fundación de las Tres Culturas y presidente de la Academia de Ciencias Sociales y del Medio Ambiente) en qué hemos cambiado los andaluces desde 1980 y cuáles son a su juicio nuestros logros y nuestros fracasos. Su respuesta es clara: "Hay un dato dramático: el paro". Así, dice Acosta, los datos de la tasa de paro en Andalucía presentados por la EPA (Encuesta de Población Activa) del último trimestre, cerca del 30 por ciento "tapan" los logros conseguidos en estos treinta años, que no obstante se sabe de memoria y repasa en voz alta. Por ejemplo, que la tasa de actividad de las mujeres andaluzas se ha multiplicado por dos, así como el número de inscritos totales a la seguridad social o que hoy casi el cincuenta por ciento de las mujeres andaluzas tienen estudios secundarios y un 15 por ciento universitarios, "cuando en 1980 el 20 por ciento de la población era analfabeta".

En Andalucía ha cambiado casi todo: en los hogares, cuyas estructuras han variado notablemente, "la media de hijos a pasado de casi tres a 1,4 se tienen con mayor edad", o el grupo mayoritario de edad. "La pirámide poblacional se ensancha entre los 30 y 35 años"; tras este repaso de los datos de población, Pascual Acosta hace la siguiente reflexión: "tenemos que replantearnos las pensiones". Y se explica: "Hay que hacer una corrección, y debe ser ahora, porque dentro de treinta años seremos más personas jubiladas que en activo".