La UD Almería viaja este viernes a Eibar con dos sensibles pérdidas, las de Largie Ramazani y Lucas Robertone, que venían siendo piezas indiscutibles en la alineación titular de Rubi de las últimas jornadas. Ambos sufren lesiones musculares en la zona isquiotibial y estarán un tiempo en barbecho, por lo que la apuesta por sus sustitutos se desvela clave para sacar un buen resultado de Ipurua y que el equipo pueda mantener su actual racha de cuatro jornadas invictos.

La noticia positiva es que el de Vilasar de Mar tiene profundidad de banquillo y jugadores polivalentes para salir del atolladero en ambas demarcaciones. La ausencia del extremo belga, especialmente dolosa por la buena conexión que venía manteniendo con Umar Sadiq, puede cubrirse con varias alternativas.

La primera, teniendo en cuenta que se trata de un duelo a domicilio, podría pasar por reforzar la banda derecha a nivel defensivo dando entrada a Juanjo Nieto en el lateral diestro para adelantar la posición de Alejandro Pozo, posición en la que el sevillano siempre se ha desenvuelto hasta que Mendilibar lo reubicó precisamente en su etapa a préstamo en el cuadro eibarrés. 

Luego está la modificación de cromo por cromo, en cuyo caso daría entrada a Lazo, si bien en este caso el gaditano arrancaría desde la zurda, por lo que Portillo tendría que caer al costado diestro del ataque para encajar bien las piezas. La opción de Arvin Appiah, en vista del escaso nivel ofrecido por el inglés tras sustituir al propio Ramazani en el duelo ante Las Palmas, parece casi descartada, incluso temeraria. 

Curro es también candidato a regresar al once por Robertone

Tampoco será sencillo ejercer el rol de 'trescuartista' que tenía asumido Robertone en el once y que el ex de Vélez interpretaba a la perfección. El recambio natural sería la entrada de Curro Sánchez, que sería el encargado de conectar a De la Hoz y Samú Costa con el tridente ofensivo. El sevillano arrancó la Liga como titular y sería su oportunidad de reivindicarse. 

Rubi ha dicho en más de una ocasión que Arnau Puigmal tiene muchas cosas que ofrecer y no es descartable tampoco que el preparador catalán esté pensando en su paisano. Sería la elección sorpresa, habida cuenta de que Ipurua no es un campo sencillo para jugadores que están abriéndose paso en el profesionalismo. 

Una tercera opción pasaría por aprovechar la polivalencia de Portillo, capaz de interpretar el juego tanto en el trivote de la media como en el tridente ofensivo. Bajo este prisma el malagueño ejercería el papel de Robertone por delante de De la Hoz y Samú Costa, siendo ocupado su puesto en la banda izquierda por Lazo y Pozo percutiría por la diestra, con Nieto cubriéndole las espaldas. 

Cubrir las ausencias de dos jugadores en plena forma como Ramazani y Robertone no será nada sencillo, pero Rubi tiene un abanico de posibilidades suficientes como para que el equipo no acuse en exceso esas bajas.