Durán Ejido Futsal cayó ante CD Burela FS por 2-3 en su cancha el pasado sábado en el primer partido de la eliminatoria de repesca por el ascenso, duelo al que llegaban tras caer en la final del play off a Primera División frente a Manzanares Quesos El Hidalgo. Su técnico, Óscar García Poveda, recalca que "fue una semana muy difícil para nosotros a nivel mental, porque lo tuvimos muy cerca, a 23 segundos, y cuando ya lo veíamos en nuestra mano se nos escapó con el empate a tres la semana anterior, se nos fue por penaltis, tuvimos que ir al siguiente partido y tuvimos que jugar mermados por las lesiones de nuestros porteros. Fue duro perder la final del campeonato".

El preparador ilicitano analizaba el choque ante los gallegos afirmando que "sabíamos que contra Burela iba a ser muy complicado, es un rival de Primera División, por jugadores y experiencia se nota. En la primera parte estuvimos bien, el único problema es que nos encontramos con un 0-3 que no esperábamos, sobre todo después de tener varias ocasiones para habernos adelantado. Cuando te ves que en la segunda tienes que remontar un resultado así te ves obligado a intentarlo de todas las maneras y así fue, pero nos faltó la fortuna de haber metido el primer gol antes, que creo que eso hubiese cambiado quizás el signo del partido. Con el 2-3 ya no nos quedaba tiempo".

Ver pancartas de apoyo en El Ejido es muy bonito, para nosotros es un orgullo poder representar a este municipio”

Destaca el calor que él y los suyos notaron por parte de sus fieles en el Pabellón de El Ejido y admite que "siempre estoy agradecido a la afición, cómo se portan siempre con nosotros y se volcaron para apoyarnos durante toda la semana. Es bonito ver pancartas de apoyo en El Ejido, para nosotros es un orgullo representar a este municipio. No pudimos brindar la victoria que nos hubiese gustado, pero creo que los aficionados se lo pasaron bien. Ahora les debemos hacer una buena semana, ir a Burela a tratar de ganar el siguiente partido para forzar el tercero. No nos queda otra".

La plantilla celeste tiene ya su mente puesta en el segundo duelo de la repesca, que será el viernes a las 21:00 en el Pabellón de Vistalegre (Burela, Lugo) y en el que están obligados a vencer para mantener vivo el sueño del ascenso. "Estamos tocados con esto, porque tanto cuerpo técnico como jugadores queríamos lograr el ascenso, pero todavía nos queda una bala, hay que seguir peleándola y vamos a ir a Burela a intentar ganar, eso está en nuestro ADN", finaliza.