Importantísima victoria del Poli Ejido ante el Murcia Imperial en un difícil campo como es el de Las Torres de Cotillas y donde lo mejor fue, al margen de los tres puntos, la buena imagen que mostró un Poli muy enchufado en el partido de principio a fin.

Aunque lo cierto es que la primera ocasión de gran peligro la crearon los murcianos. Y fue a los pocos segundos de juego con un gran zapatazo de Barrancos desde la frontal del área que obligó a un nuevamente excepcional David Valle a lucirse con una palomita con la que consiguió desviar el balón lo suficiente como para que éste se estrellara en el larguero.

Pero pese a este susto inicial, desde el principio se vio que el choque iba a tener color celeste. Y el futbolista que se encargó de desnivelar la balanza fue, una vez más, Antonio Cañadas. Y es que el pichichi del Poli recogió en el minuto 17 de la primera parte un balón aparentemente inofensivo en el flanco izquierdo del ataque ejidense que transformó en un soberbio derechazo ante el que nada pudo hacer el arquero murciano Álvaro Campos.

Con el tanto de Cañadas, el Poli hacía justicia al dominio del que estaba haciendo gala desde los primeros compases gracias a una fuerte primera línea de presión de Nakor, Antoñito y el propio Cañadas, a la telaraña que formaban en la parcela ancha Katxorro, Castells y un incombustible Ander Alaña y a la seguridad defensiva de una zaga en la que debutó como titular, cuajando una gran actuación, Roberto.

Así las cosas, el primer acto discurría plácidamente para un Poli que se sentía muy cómodo y perfectamente adaptado al terreno de juego y totalmente aciaga para un Murcia al que se le complicarían aún más las cosas tras la expulsión de Aguilera en el minuto 30 por una clara agresión a Alaña.

Por tanto, el partido no se podía poner mejor para los celestes: dominaban claramente el choque, tenían ventaja en el marcador y encima jugaban con un hombre más. Pero los de Nogués no fueron capaces de ampliar la ventaja antes del descanso.

No obstante, quedaban todavía 45 minutos en los que el Poli podía y debía hacer valer su superioridad. Y a punto estuvo de hacerlo Katxorro en el 51 con un lanzamiento cruzado que se marchó por poco a la derecha de Campos.

Sin embargo, habría que volver a esperar a la aparición de Cañadas para realizar un magistral saque de esquina hasta el área chica murciana que Alaña solamente tuvo que empujar a gol.

De este modo, se agravaba aún más la superioridad de un Poli que se sentía muy bien en el campo, que estuvo a punto de hacer el tercero poco después por mediación de Katxorro y que decidió darle descanso Cañadas para dar entrada en el campo a Juanma.

Pero la calma se transformaría en nerviosismo en el minuto 71 cuando Góngora anotó un tanto tras una falta con un claro fuera de juego que señaló el asistente pero que desautorizó el colegiado para darle validez al gol.

En cualquier caso, todavía habría tiempo para dos claras ocasiones del Poli y para otra expulsión en el Murcia, pero no para que se vieran más goles.